MACGYVER era un tipo que con un clip y un botón era capaz de construir una estación fotovoltaica en miniatura con la que sacar energía suficiente como para hacer saltar la cerradura de la habitación donde lo habían encerrado los malos. A ese hombre se le encendía siempre una lucecita, como a Vicky el Vikingo y otros personajes de ficción, cuando la cosa pintaba fea. Bien. Pues hoy la cosa no es que pinte fea, es que pinta fatal. Así que, a falta de pasta, necesitamos imaginación, que es gratis aunque tampoco abunda. Esto es lo que nos repiten los expertos desde hace meses, porque fórmulas mágicas no existen y la historia demuestra que de las crisis sólo se sale haciendo cosas nuevas.

Ayer se inauguró en Cádiz la muestra Creactiva 2008, que no puede ser más oportuna, pues viene a apostar por esa tesis. El mismo concepto de la puesta en escena de la primera feria de la creatividad de la provincia de Cádiz, en las bóvedas de Santa Elena que acaba de desalojar el Consorcio de Bomberos (curioso, el logotipo de Creactiva es una bomba), es una muestra de imaginación a la hora de aprovechar espacios y edificios públicos. Si durante estos días de la joven feria sale una sola idea de esas bóvedas, Creactiva habrá merecido la pena porque será señal de que reactiva las mentes. Hay que aprovechar esa energía renovable que es la creatividad, como dijo ayer el vicepresidente Zarrías, y que en esta parte del universo, como la luz solar, nos sobra. Habría que añadir que si a esa energía y ese ingenio de los macgyver de aquí les sumamos el apoyo económico necesario para transformarlos en proyectos reales, mucho mejor, pues a menudo hay muy buenas ideas a las que se las lleva el viento, como la C, de Cádiz, que iba al comienzo del titular de este artículo.

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