LÍNEA DE FONDO

Diego / Marchán / Dmarchan@grupojoly.com

No más palos de ciego

Que la apuesta por la cantera cadista sea una realidad y no sólo un parche ante la falta de opciones económicas

Con el famoso síndrome post-vacacional al acecho, vuelvo a sentarme frente al ordenador de la redacción. Unos días fuera han sido suficientes para desconectar y ahora afronto la vuelta al trabajo como el niño que acude a su primer día de colegio. Tabula rasa.

Cuando me marché dejé un Cádiz triste, herido de muerte, sin cerebro ni corazón, y veo que poco ha cambiado desde entonces. Por tener, sobre el papel, tenemos de todo: a falta de un presidente, dos (Moyano y Pozas); un director deportivo que haga olvidar a Peguero, Roberto Suárez; un entrenador con ganas, David Vidalkovic... perdón, Risto Vidakovic; una plantilla que poco a poco va cogiendo forma y que por primera vez en muchos años se nutre de la cantera, aunque sea por obligación; y una afición que hasta ahora lleva comprados más de 5.000 abonos, por mucho que sean los más caros de la categoría. Pero -y aquí es donde camino en el filo de la cornisa intentando no caer al abismo del derrotista- la entidad sigue descabezada, dando pasos al frente por inercia, pero con la clara sensación de que no hay un plan maestro detrás de todas estas decisiones.

Ojo, que nadie dice que así no pueda encontrarse el camino correcto, que las casualidades también existen. Ojalá. Pero un proceso de reconstrucción tan profundo como el que el Cádiz necesita lleva su tiempo y más nos vale acostumbrarnos a esta nueva realidad. La obligada apuesta por la cantera puede ser la flauta que necesita hacer sonar el Cádiz para regenerarse y volver al fútbol profesional pero para ello debe ser una apuesta real, paciente y liberada de la presión asfixiante de un ascenso obligatorio en junio. La economía recomienda encontrar en casa las soluciones que antes se buscaban fuera, pero mientras que las oportunidades a la cantera sean un palo de ciego más ante una falta de opciones sólo se seguirá demostrando que, por mucho que se cambie, todo sigue igual.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios