No queda sino votarnos

29 de noviembre 2025 - 03:05

Apedro Sánchez le tenemos que agradecer al menos una cosa, pero crucial. Ha acabado con las discusiones políticas. Ahora mismo, la mejor gente de izquierdas, que, por lo que sea, siga siéndolo, prefiere hablar del tiempo. Con los numantinos que persisten en sostener que el PSOE de Ábalos es un partido feminista, que el partido de Santos Cerdán está con los obreros, que la organización del fiscal García Ortiz defiende el Estado de Derecho y que las promesas de Pedro Sánchez son de fiar es al revés: somos nosotros los que no tenemos nada que discutir. Por falta de sindéresis.

En estos casos en los que la lógica y los hechos quedan tan detrás, los antiguos decían: “No queda sino batirnos”. Era una manera expeditiva de no darse por vencidos. Darle una última oportunidad a la verdad, ya mediante la ordalía. Nosotros, hijos de nuestro tiempo, sólo podemos decir a estos numantinos de las siglas de su partido: “No queda sino votarnos”. Para eso también sirven las urnas: para no llegar a las armas cuando se han dejado atrás las razones.

Siendo esta la situación, retrasar la cita con las urnas, con un gobierno con un equilibrio inestable y chantajeado y con un gran desprestigio jurídico e institucional, no hace sino cerrar la salida natural y moderna que esta situación tiene. Constatar que el noble debate político en el foro público ha muerto nos puede ayudar a ver la urgencia de una votación farmacológica mejor que el dato estrictamente constitucional –pero técnico– de la falta de presupuestos.

Por faltar debate, incluso en la banda derecha se ha dejado de discutir. Eran animadísimas aquellas reuniones hace unos años, cuando los más partidarios del PP hacían encendidas defensas del voto útil y los más voxeros pedían el derecho a tener voz. Ese debate también lo ha apagado Sánchez. Hoy, tras tantas encuestas dando por seguro el suelo de ambos partidos, ya nadie sostiene que haya que votar al PP para echar a Sánchez. Siempre es o una coalición del PP con el mítico PSOE bueno o la suma con Vox lo que lo desalojará por fin.

¿Hablamos de otras cosas? Ojalá. Seguimos hablando de política, pero resignados, sin discutir. Nos entretenemos con las ensoñaciones para el día después, dando todo este tiempo (el que ya ha pasado y el que quiera Sánchez) por perdido. No queda sino votarnos.

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