Los números a veces se generan de forma aleatoria y adquieren rango científico. Pero mejor no confiar siempre en el azar. Seguro que lo sabía Léonidas cuando escogió a 300 espartanos, a los dos mil arcadios los marginó en el experimento, para bloquear en las Termópilas el avance del ejército persa de Jerjes. Entre 150.000 y 400.000 guerreros invasores. Demasiado al tum tum para recordar con el paso de los siglos.

La cifra adecuada es fundamental. Si es demasiado baja resulta frívola. Si se peca por exceso pierde credibilidad. Difícil establecer cuántas medidas necesita Andalucía para reactivarse tras la primera oleada del coronavirus. 500 plantea el dictamen de la comisión parlamentaria. Pero sobran dos tercios. No hacía falta tanto viaje para la alforja de este catálogo: hay que estimular el consumo privado, atraer grandes inversionistas, impulsar la recolocación de parados, elaborar proyectos financiables por Europa, primar el esfuerzo, la capacidad y el mérito de los alumnos, cerrar pactos y planes de choque a mansalva, incluido uno de natalidad. Mucha colaboración pública-privada. Y mejorar. Sí, mejorar en todo. Hay concreciones. Por ejemplo, que a todos los médicos y ATS se les reconozca el complemento de exclusividad y que se les siga levantando monumentos por la comunidad en agradecimiento. Que agosto vuelva a ser inhábil en los juzgados o que se le pida al Ministerio que transfiera el profesorado de religión de Primaria. Que debe ser crucial para combatir la pandemia, porque cuanto antes aprendamos a rezar, también mejor.

Igual se me puede tachar de injusto en el resumen. Desde luego sí de ingrato. Porque la comisión se acuerda de lo maltrechos que estamos los medios de comunicación y propugna campañas de apoyo. La palabra subvención sonaría fatal. Las 87 páginas del documento han permitido, además, al ponente-presidente impregnarlo de su espíritu voxiano. Igual creyó que pasaría inadvertido. Aboga por vigilar más las fronteras para protegernos de "enfermedades contagiosas". Facilitarles a los MENA que regresen a casa. Variar la legislación y en vez de violencia contra la mujer otra intrafamiliar, que al resto de miembros del hogar no se les protege. Y sobre todo, suprimir partidas del gasto público que financian "actuaciones sectarias y políticamente sesgadas". Eso sí, hay que fomentar el turismo cinegético y rescatar a los toros. En el apartado fiscal, la comisión andaluza ha debido inspirarse en las 500 medidas que presentó en 2019 Pablo Casado, cuando quería cambiar España. Pero no le salieron los números.

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