Gastronomía José Carlos Capel: “Lo que nos une a los españoles es la tortilla de patatas y El Corte Inglés”

La felicidad a veces dura 20 cucharás soperas, nada más. A veces la felicidad lleva una matita de hierbabuena, se te aparece a mediodía, con el sol iluminando la escena… aquí los focos no sirven pa ná. Si en las películas de 'Jólivu' aparecen ramos de rosas, en las películas de sopa tomate, el protagonista, un plato hondo, redondo, lleva una ramita de hierbabuena, que huele mucho mejor que las rosas… Dónde va a parar.

El otro día conocí la felicidad en veinte cucharás soperas. Fue en Puerto Real, cerquita de Chiclana, en la carretera del Marquesado, en la venta El Tajón donde ahora oficia una de las cocineras con más estilo que conoce la provincia de Cádiz, Encarnación Cansino. Encarni con tomati, como a mi me gusta llamarle.

Conocí a Encarni hace ya lo menos 15 años cuando era la cocinera en jefa del bar Las Golondrinas de Puerto Real, un establecimiento situado junto al mercado de abastos y con una amplia terraza de esas magníficas para tapear en tarde de domingo. Allí fue donde la reina de la sopa tomate me cautivó con su carne al toro, sus daditos de corvina simplemente perfumados con un poquito de alioli, un menudo estratosférico de crema-salsa y su sopa tomate.

Desde entonces me convertí en devoto suyo. La he seguido por todos los sitios por los que ha ido pasando y donde ha ido triunfando con su cocina de guisoteo, sin pamplinas.

Soy de los que se emocionan por igual delante de un tataki de corvina con emulsión de carabineros o de un potaje de garbanzos con acelgas, pero sí me parece injusto que siempre se valore más lo primero que lo segundo, cuando ambas cosas son igual de difíciles.

La cocina de los puñaítos, del chorrito, de la mijita y del de lo que te vaya pidiendo siempre me ha parecido pura magia. Qué difícil es conseguir unos garbanzos en estado de ternura, un rabo de toro que se despegue del hueso casi sin tocarlo, una salsa de menudo cremosa, una carne de venao que se te funde prácticamente en la boca o unas papas fritas tiernas por dentro y crujientes por fuera. Sin embargo, ese tipo de cocina, a la que llamamos casera como poniéndola en segunda división, nunca se ha valorado lo suficiente.

Por eso hoy, día en que casi termina el año, quería felicitar especialmente a estas personas capaces de enamorarte con una sopa tomate. A las cocineras y cocineros como Encarni, que el 2021 les sea rebañable.

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