Las listas y sus cabezas

No es seguro que entren cinco partidos en el reparto, porque en estas elecciones hay menos escaños en disputa

Las listas de los partidos para las elecciones generales han sido polémicas en la provincia de Cádiz. Tampoco hay que escandalizarse porque siempre ha sido así. Si acaso la novedad es que podrían entrar cinco partidos en el reparto (no es seguro, porque en estas elecciones hay menos escaños en disputa que en las andaluzas), por lo cual las primeras plazas estaban más cotizadas. Por otra parte, los sueldos de diputados del Congreso y de los senadores son los mejores, si exceptuamos los del Parlamento Europeo, que son los más rumbosos y te permiten viajar en plan Erasmus de la política. Ese detalle también se ha notado bastante.

Singularmente en el PSOE, donde Pedro Sánchez ha emprendido una caza de brujas contra el susanismo. Mal parado queda el comité provincial socialista, en general, y la secretaria provincial y presidenta de la Diputación, Irene García, en particular. Personajes de trayectoria ascendente como Fernando López Gil no han entrado. En esa refriega han aprovechado para jubilar del Senado a Paco González Cabaña, al que ahora se cataloga como susanista. ¿Qué me dicen? Ya era alcalde de Benalup y estaba en la Diputación cuando Susana era una chavala de las Juventudes Socialistas.

Los cabezas de lista son reveladores de por dónde va cada partido. El PSOE ha situado a Fernando Grande-Marlaska, todavía ministro del Interior, tras un dedazo del jefe, que valoró sus estancias en Costa Ballena junto a su marido y tres perros. El PP, para relevar a Teófila, optó por María José García-Pelayo, que fue alcaldesa de Jerez y llegó a la política impulsada por Javier Arenas. Ciudadanos, por dárselas de emprendedores, ha colocado a la empresaria jerezana Carmen Martínez, sin pedigrí en este asunto. En Unidas Podemos (ahora se han feminizado) sigue Noelia Vera, esa periodista que aparece en la tele junto a Echenique y que ha prosperado diciendo siempre sí a Pablo Iglesias. En Vox han optado por Agustín Rosety, general de brigada de Infantería de Marina retirado, y reciente académico. Es de derechas, pero educado, y no va paseando en tanque por las calles, ni se había dedicado hasta ahora a la política.

Con estos perfiles cada cual buscará los votos que pueda, con los escaños más disputados que otras veces, con más inseguridad, y con la incógnita de si el PP o el PSOE contarán con tres senadores o sólo con uno. En estas elecciones el protagonismo lo tendrán los líderes nacionales. Ellos ganan o pierden los votos. Las listas y sus cabezas provinciales aportan menos.

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