DESPUÉS del empate en Granada, los números del Cádiz siguen siendo excelentes. El resultado entra en lo admisible, pero la forma en que se produjo debe servir para poner los pies en la tierra y darse cuenta de que hay unos puntos débiles evidentes, junto a la fortaleza general del equipo. Si no se corrigen a tiempo, en los partidos decisivos del ascenso podemos llevarnos un desengaño.

El mayor acierto de este Cádiz es su capacidad goleadora. Puede marcar cualquiera, incluidos los defensas. En la entrevista que le hicieron a Javier Gracia en Diario de Navarra han llegado a compararlo, por su estilo, con el Barcelona de Cruyff, una gracia como otra cualquiera. Sería mejor fijarse en la buena racha del Barcelona actual de Guardiola, y a lo que se debe: a que las pocas veces que pierden el balón corren todos para recuperarlo, y así lo tienen ellos casi siempre. Posesiones del 70% y una defensa espabilada es lo que permite golear a un equipo que apuesta por el ataque. Pero si nos atontamos pasa lo de Granada: que el Cádiz estuvo dos veces por delante, ya en el segundo tiempo, y se dejó empatar el partido. Además en dos jugadas tontas, marca de la casa: un córner que se come Casilla, un portero largo que actúa como si fuera bajo, y un penalti que regala Fleurquin, un jugador veterano curtido en mil batallas, que comete ingenuidades de juvenil.

Marcando tres goles fuera de casa siempre hay que ganar el partido. Pero a veces este Cádiz necesita cuatro para llevarse la victoria. Pasó en San Fernando, con suerte, pero no pudo ante el Conquense, en la única derrota en Carranza, ni ante el Granada con este empate después de ir dos veces por delante. Por cierto, ante el San Fernando y el Conquense no jugó Raúl López y ante el Granada causó baja Cristian. No es casualidad. El Cádiz no tiene suplentes de garantías atrás, sobre todo en los laterales. Y eso se nota en una temporada larga. Pero lo peor es que se puede notar delante, si no se hacen rotaciones con sentido común para dar más minutos a los suplentes. No pueden jugar a tope futbolistas como Rosu, que pasan de estar en la mesa camilla de su casa a viajar deprisa y corriendo, para salir como titular. Que se fije Gracia en el Barcelona de Guardiola y en todos los grandes de Primera, y verá cómo se administran los minutos, cómo se le da entrada a los jóvenes en los partidos con el marcador de cara, y cómo se dosifica a las figuras se llamen como se llamen.

Toedtli, por ejemplo, no es probable que aguante a tope todo el campeonato. Ya lleva dos partidos sin marcar, que es normal, pero en ese tiempo sólo ha jugado otro delantero, Rubiato, durante cinco minutos. Los futbolistas decisivos deben ser cuidados, si no queremos que este Cádiz se vea después mermado por sus carencias.

Como ya se ha publicado, el objetivo es quedar primeros, sí o sí, porque tiene premio especial en esta temporada y facilita el ascenso. Pero no se puede menospreciar a rivales como el Poli Ejido, que goleó al Villarreal en la Copa, y al Betis B, un filial peligroso. Por cierto, son dos equipos que han ganado los cinco partidos disputados en su estadio, y que aún no se han enfrentado al Cádiz. Hay que tener claro que esto no es un paseo.