Turismo Cuánto cuesta el alquiler vacacional en los municipios costeros de Cádiz para este verano de 2024

El catamarán

Rafael Navas

A quién le importa

LOS concejales y los periodistas de Cádiz nos quejamos de vicio. Si la alcaldesa puso el pleno de los presupuestos municipales del Ayuntamiento de Cádiz el día 2 de enero a las dos y cuarto de la tarde, en plena hora del almuerzo, es para que pudiésemos seguir a rajatabla los propósitos del año nuevo, que comienzan por ponernos a dieta rigurosa tras los atracones gastronómicos de las fiestas. Lo que pasa es que a Teófila no se le pasa una. Si pone los plenos a las ocho de la mañana, todos nos metemos con ella por lo temprano de la hora, a pesar de que todo el mundo sabe que a quien madruga, Dios le ayuda. Y si lo hace a la hora de comer, ya han visto. A ella le gusta aprovechar bien el tiempo y, como confiesan los concejales de su equipo de gobierno, es muy difícil seguirle el ritmo, el llamado paso Martínez.

Todo apunta a que 2009 será un año de 'tribunales' porque, de hecho, el proyecto 'estrella' es el de la tribuna del Carranza. La regidora gaditana sigue adelante con el proyecto, aunque supongan dos tercios del presupuesto de inversiones para la ciudad y no tenga asegurada ni la financiación de la Zona Franca ni la de los bancos en un año muy difícil desde el punto de vista financiero. Sabe que, por encima de su relativa urgencia, es un asunto políticamente interesante porque el Cádiz C.F. mueve muchos votos. No olvidemos que Teófila gobierna una isla sitiada políticamente pero en la que ella 'resiste' como si de una aldea gala se tratase, de una manera bien diferente a la que promueve la campaña del Consorcio del 2012. A ella, las bombas que tiran los fanfarrones le dan igual. Lo dijo el día del 'pleno dietético' cuando los socialistas le recriminaron que les habla gritando: "Yo soy así, esta es mi forma de hablar y no voy a cambiar". Le salió del alma. Como si hubiese tomado prestada la letra de la famosa canción de Alaska y Dinarama, que decía aquello de "a quién le importa lo que yo haga, a quién le importa lo que yo diga, yo soy así y así seguiré, nunca cambiaré", estribillo cuyo eco resuena en algún garito de El Pópulo, muy cerca del Ayuntamiento.

Nada nuevo bajo el sol de San Juan de Dios. Nadie mueve ficha. El menú del curso político de 2009 seguirá ofreciendo desencuentros a cualquier hora del día.

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