SEVILLA ha sido elegida por la Federación Española de Tenis como sede de la próxima final de la Copa Davis, que enfrentará a España y Argentina entre los días 2 y 4 de diciembre. La decisión final corresponde a la Federación Internacional que controla este deporte. La capital de Andalucía ha sido designada de forma automática al no haberse registrado cumpliendo todos los requisitos exigidos en el pliego de condiciones la candidatura de Valencia, que también pugnaba por la organización del evento. La celebración del acontecimiento, si se ratifica la sede, tendrá lugar en el Estadio de la Cartuja, que ya albergó la final de la Davis de 2004, la segunda en la que España consiguió la Ensaladera (la primera fue en el año 2000). La iniciativa del alcalde sevillano, Juan Ignacio Zoido, de presentar la candidatura de su ciudad, se ha saldado con éxito, y ello es achacable, sin duda, a un proyecto bien diseñado y convenientemente gestionado ante la autoridad competente, a la experiencia en la organización de eventos de masas, la dotación de infraestructuras y el amplio respaldo social que ha acompañado a la nominación. Este tipo de acontecimientos deportivos genera grandes beneficios a la economía local, sobre todo a los sectores turístico y de servicios, y relanza la imagen de la ciudad que los alberga y organiza. Se comprobó recientemente en Córdoba, donde se disputaron los partidos de la semifinal de la misma Copa Davis. Sin embargo, también se vio perjudicada por la polémica política a causa del desencuentro entre el Ayuntamiento cordobés y la Junta de Andalucía. Hay que hacer todo lo posible por que el conflicto no se extienda a la final sevillana. Se trata de una empresa andaluza de interés para toda la comunidad autónoma. Aunque el Gobierno andaluz ande enfrascado en una revisión de su política de patrocinios, es necesario que ayude en todo lo posible a la promoción de la candidatura de Sevilla y al éxito de la final, de la mano del Ayuntamiento y otras instituciones y agente sociales. Es bueno para Andalucía.