AL fin. Al fin Rajoy va a conocer el despacho oval, al fin va a ser recibido por Obama. El viaje a Washington se presenta interesante porque además Rajoy va a ver a la todopoderosa Christine Lagarde. Un reunión tan importante, o más, que la que mantenga con Obama, porque las decisiones del FMI son básicas para el presente y futuro de la economía española.

El presidente acude a Washington en un momento dulce económicamente hablando. Hasta los escépticos coinciden en que se han hecho bien los deberes y que con este Gobierno España se ha convertido en un país fiable. Buena noticia, lo que hace falta ahora es que ese país fiable al que acuden los inversores extranjeros genere empleo. Sin esa premisa, nadie dentro de España va a agradecer a Rajoy el esfuerzo que ha hecho. O crea empleo, o su presidencia será un fracaso. Por eso en la reunión que mantuvo en Toledo con el comité de dirección del PP, hablaron en profundidad sobre la política económica y qué se debe hacer para que en los próximos meses los españoles entiendan que se han sentado las bases para que el país se recupere gradualmente. Y se traduzca en votos, estamos en año electoral y a Rajoy no sólo le importa el bienestar de los españoles y la estabilidad, sino también que el PP salga triunfante de las elecciones europeas, de las municipales y autonómicas y, después, de las generales.

Con Obama hay mucho de lo que hablar, y casi todo está relacionado con la economía, caballo de batalla de los dos presidentes. A Obama le preocupa que la UE se encuentre debilitada frente a la pujanza de los países asiáticos, y además le interesa cambiar impresiones con Rajoy sobre Latinoamérica, un continente que desde siempre ha sido prioritario para EEUU y sobre el que España cuenta con información muy privilegiada. Y es evidente que darán un repaso a la política internacional, tan vinculada ahora a la lucha contra el terrorismo, al conseguir Al Qaeda y los islamistas radicales incrustarse en movimientos que han alcanzado gran protagonismo. No sólo en Siria. Egipto vive una situación muy convulsa e incluso Rusia se ha visto obligada a tomar importantes decisiones para protegerse de los grupos terroristas caucásicos.

Obama ha mantenido una actitud cordial con Rajoy cada vez que han coincidido en reuniones de la OTAN o de la UE con EEUU. Pero esta ocasión no tiene nada que ver con los saludos e intercambio de frases amables: tendrán una hora por delante para analizar de todo y en todos sus aspectos, y ahí se verá si Obama está realmente interesado por echar una mano a una España que necesita apoyos políticos y económicos internacionales.