TRAS varias semanas negociando sin éxito con laUnión Europea una posible relajación del objetivo de déficit para este año, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunció ayer que la previsión de desfase entre gastos e ingresos en los próximos Presupuestos Generales del Estado para 2012 será del 5,8% del PIB, un punto y cuatro décimas más que el que exigía Bruselas. Una vez confirmado que en el ejercicio de 2011 que ha heredado del Ejecutivo socialista el déficit de España ha llegado al 8,51% -dos puntos y medio más del compromiso-, mantener una reducción hasta el 4,4% era inasumible para un país como España, en recesión y con un paro registrado de 4.712.098 personas, según los datos dados a conocer ayer, y que seguirá creciendo algunos meses más. Acometer una reducción del déficit superior a los cuatro puntos en un ejercicio, lo que supondría recortar gastos en este año en 40.000 millones, generaría más efectos negativos sobre una economía muy deteriorada. Rajoy, fiel a su política de decir la verdad aunque sea poco agradable, ha preferido marcar una reducción del déficit de 2,71 puntos este año y mantener su compromiso de cumplir el Pacto de Estabilidad en 2013, que obliga que ese ejercicio se cierre con un desfase del 3%. La política de consolidación fiscal es importante, pero no puede hacerse a toda costa y sin mirar ni las consecuencias sociales ni si una excesiva rigidez de esa política puede poner en riesgo esa misma política de ajuste fiscal. Además, si no viene acompañada de estímulos al crecimiento el efecto que logrará será mucho más negativo. El propio Rajoy calificó ayer su desafío a Bruselas como una propuesta "sensata y razonable" y recordó que supondrá una reducción del gasto de 15.000 millones adicionales, que no es precisamente pequeña. Se trata, pues, de aplicar el ajuste posible como la mejor manera de cumplir el Pacto de Estabilidad. No sólo lo es, sino que reafirma también la soberanía de España para decidir sobre cómo cumple, en coherencia a su postura de oposición al Gobierno de Zapatero.