La firma invitada

José Manuel Jiménez Moragas

Todos debemos convertirnos en héroes

El 2 de junio es el día dedicado a los donantes de órganos y tejidos, en el que recordamos a aquellos que con su generosidad permitieron que otras personas, auténticas desconocidas, sobrevivieran o, simplemente, tuviesen una mejor calidad de vida.

Nuestra sociedad tiene un problema específico de salud que no se soluciona con dinero, medicinas ni operaciones; se trata de que determinados ciudadanos (que mañana podemos ser el que esto escribe o lee) tienen la insuficiencia de un órgano que, pese a que en casos, como el del riñón, tiene un tratamiento sustitutivo, necesita ser remplazado mediante un trasplante.

España es líder mundial en la donación y trasplante de órganos y todos debemos sentirnos orgullosos de ello, pero en Cádiz, aún teniendo unas altas cifras en este sentido, estamos por detrás de otras provincias andaluzas. Pese a que los gaditanos tienen justa fama de ser muy solidarios, paradójicamente nuestro mayor problema actual, en lo que a donación se refiere, es que tenemos la tasa de negativas familiares más alta de Andalucía. Aproximadamente una de cada cuatro familias de posibles donantes dicen no; quizá no sabemos transmitir la importancia y necesidad de la donación como única fuente de órganos para trasplante o también puede que la opinión pública no esté adecuadamente informada, bien por la sensación de que todo funciona, de que somos líderes mundiales en donación, o bien por la falsa creencia de que sobran órganos.

La realidad es muy distinta. Cada vez necesitamos más órganos y tejidos, aunque esto no se debe a que cada vez haya más enfermos. Este aumento de la necesidad de órganos y tejidos se debe a que gracias al desarrollo de la cirugía de trasplantes, de los nuevos medicamentos antirrechazo, de los cuidados intensivos, de las técnicas anestésicas, en fin, de la medicina en general, en la actualidad somos capaces de ofrecer un trasplante como solución a pacientes a los que hace relativamente pocos años, por su edad o sus enfermedades concurrentes, no podríamos haber tratado.

Otra realidad que estamos viviendo es la disminución del número de donantes jóvenes: esto nos alegra, pues se debe a la drástica disminución en los accidentes de tráfico que se ha producido en España en los últimos años. Las nuevas normas, el mayor control y la concienciación en el uso del casco por los motoristas han hecho que la habitual sangría de jóvenes con traumatismos craneoencefálicos que morían en nuestros hospitales haya cesado.

No obstante, debido a esta buena noticia relacionada con la accidentabilidad, se nos ha planteado un nuevo escenario, en el que buscamos alternativas como la potenciación de la donación en vivo. El trasplante renal procedente de donante vivo era testimonial en España hace unos años, aunque en los países de nuestro entorno era y es más frecuente que el procedente de donantes cadáveres. Para incrementar su número, en nuestra provincia ofrecemos este tipo de trasplante a los pacientes con insuficiencia renal como una alternativa válida y segura al trasplante de donante cadáver; para ello es necesario que algún familiar tenga la generosidad de ceder uno de sus riñones. Tras este gesto solidario, el donante pasa un exhaustivo estudio físico y mental antes del trasplante, tras el cual, se somete a seguimientos periódicos para una detección precoz de cualquier posible incidencia.

También debemos tener en cuenta que el hospital de referencia en la provincia en trasplantes, el Puerta del Mar, opta a ser centro de referencia nacional para el trasplante renal cruzado, una modalidad de trasplante de donante vivo que permite superar los problemas de incompatibilidad que puedan darse entre el donante de riñón y el receptor, ya que posibilita la donación entre aquellas parejas que son incompatibles entre sí pero compatibles con otras que tienen el mismo problema.

Por todo lo anteriormente expuesto, como miembros de la sociedad, debemos saber que tenemos un problema sanitario cuya única solución está en nuestra solidaridad. No es una cuestión de dinero, sino de concienciación, de generosidad y de pensar que en determinado momento, cualquiera puede estar en un papel u otro. Les propongo que si hoy quieren realizar un acto de generosidad comuniquen a sus familiares que, en caso de fallecimiento, quieren ser donantes. Este gesto puede parecer pequeño, pero es de una gran heroicidad, ya que puede salvar varias vidas.

A los que ya son héroes, anónimos, sin esperar ningún tipo de reconocimiento, y en este, su día, traslado desde aquí un público reconocimiento y toda la gratitud posible. Gracias donantes, gracias familiares de donantes, muchas gracias. En mi nombre y en el de todos los que os deben la vida o una vida mejor. Nunca os olvidaremos.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios