Turismo Cuánto cuesta el alquiler vacacional en los municipios costeros de Cádiz para este verano de 2024

Es frecuente ver personas corriendo por el Paso Marítimo. A todas horas. Comienzan temprano por la mañana, pero cada vez son más. Son runners. No es una forma de vida, es una forma de correr la vida. Son deportistas de un deporte que precisa de pocos accesorios, pero de mucha disciplina.

Se puede practicar acompañado, no importa el número, pero también solo. Una ventaja sobre otros deportes.

Además es gratis. No hay que reservar pista ni tiene horarios. Comienza y termina cuando apetezca. No precisa de material. Ni pelotas, ni raquetas, ni tampoco palos como en el golf.

Es el deporte de la crisis. Gratis total. La pista es la calle y no tiene edad. Por este motivo se han inventado elementos que son prescindibles pero que distinguen al runner profesional.

Boris Pérez tuvo una etapa de runner. Se enganchó a correr. No precisaba de nada pero su mujer le regaló un accesorio interesante: un reloj.

Cuando volvía a casa descargaba los datos del reloj al ordenador y disponía de toda la información necesaria. El reloj se conectaba con él mismo y con el satélite por medio de un GPS.

Cada día, cuando acababa de correr, veía en el ordenador sus evoluciones: el ritmo cardiaco, las calorías consumidas, los picos de carrera, la distancia total, etc. Todo como si de un entrenador personal se tratara.

El GPS también ayudaba. Le decía dónde había estado corriendo. El trayecto completo y a qué velocidad iba en cada momento.

Cuando se paraba o cuando no se movía del sitio era velocidad cero. En los semáforos, por ejemplo. Toda la información de su recorrido.

Era un reloj elegante. Su mujer decía que también lo podía usar para salir, ir al trabajo o de paseo. Cada día frente al ordenador Boris miraba a su mujer agradecido por el regalo.

Ella sonreía con una sonrisa que Boris pensó que era extraña. El regalo habría sido caro y a lo mejor era eso.

Claro, al fin y al cabo el reloj decía dónde había estado en cada momento, dónde se paraba, cuánto tiempo estaba parado… y Boris lo pensó… y dejó de usarlo.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios