El primer refuerzo invernal del Cádiz, cuyo apellido podría pasar por el de un colega de Goku en Dragon Ball, cuenta con un completito vídeo en youtube. Goles de todos los colores, incluido un penalti merecedor de engrosar las mejores cantadas de porteros de toda la historia. De verdad, merece la pena verlo simplemente para tirarse cinco minutos riéndose del pobre hombre.

Patrick Ogunsoto viene avalado por sus dianas en las ligas helena y belga, que no es poco ni mucho, sino todo lo contrario. El nigeriano que vaya marcando goles, y ya le haremos un monumento o un par de cuplés a su debido tiempo. Aunque su representante todavía tiene que cerrar con Muñoz los últimos flecos de la operación, parece que la criatura está loca por venir y ya tiene hasta apalabrado un piso en Los Delfines a un precio muy apañado. Desde la directiva han tenido un detallazo e incluso le están tramitando la ayuda ministerial de alquiler para jóvenes menores de treinta años.

Además, le tienen preparado un paquete de gaditanismo en un santiamén que incluye el carné de hermano del Nazareno, un volumen de cada edición publicada de El Habla de Cádiz de Payán Sotomayor, la colección completa de libros de gastronomía gaditana de Carlos Spínola, la antología de Paco Alba, más cuadros de La Caleta en bajamá y La Alameda con puesta de sol incluida.

La pinta del delantero promete: a poco que haga se convierte seguro en una estrella para la hinchada y para todas las peluquerías de la ciudad. Tengo el pálpito de que puede ser una mezcla de Dertycia y Tilico, con unas gotas del mejor Lajos Schroth (las de su debut con gol incluido y pare usted de contar). Patrick, enróllate y haz disfrutar a una grada que está falta de ídolos. Que la memoria es muy mala y de Lucas Lobos ya nadie se acuerda...