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Desde Tribuna

José Joaquín / León /

Victoria por la vía rápida

ALGO ha cambiado en el Cádiz en apenas dos semanas. Se ha pasado de pedir la dimisión de Calderón aún ganando al Cacereño a despedir al equipo con una ovación en el descanso, después de tener al San Roque de Lepe noqueado con un 3-0 en el minuto 17. Lo que ha cambiado, básicamente, es que Calderón parece que ha dado con la tecla de un once titular. Pero sobre todo lo que se nota es el buen momento de Kike Márquez, capaz de hacer jugadas de futbolista caro de vez en cuando, y la aparición de los que vinieron de Jaén como jugadores determinantes en la columna vertebral del equipo.

El Cádiz salió a decidir el partido por la vía rápida. Siendo justos hay que decir que en su anterior encuentro en Carranza, ante el Cacereño, salió de la misma manera. Pero cambió algo sustancial: esta vez tuvo el acierto de marcar en sus dos primeras jugadas de ataque. En el minuto 6 ya tenía un 2-0 en el marcador, y en el minuto 17 un 3-0 que convirtió en anecdótico el resto del partido.

El primer gol lo marcó Villar, pero gran parte del mérito es de Kike Márquez. Como en el segundo gol de Sevilla se sacó de la chistera un buen centro. Detalle importante, porque no es lo mismo un centro que se puede rematar que un melonazo desde la banda, como aquí se acostumbraba en las tres últimas temporadas. Hay que decir que el sacrificio de Airam le ha dado resultado a Calderón. En la dupla con Jona se notaba algo que no terminaba de funcionar. Fran Machado se entiende bien con Jona y ha parecido otro distinto en los dos últimos partidos. En la jugada del segundo gol, demostró Jona sus dotes de rematador. En la del tercero, Fran Machado pudo marcar, pero lo remachó Villar, que siempre está ahí.

Otro cambio es que Juanma Espinosa empieza a ser el centrocampista creativo que se esperaba. Ayer jugó un partido tal que nos hizo pensar si era un Juanma Espinosa diferente. En Sevilla ya se notó que toma más protagonismo y que se siente más libre. Ayer confirmó que se le deben exigir partidos en los que no se esconda.

En este partido fue más importante lo que se le intuyó al Cádiz que lo visto. Porque a partir del 3-0 se limitaron a guardar las formas y a controlar el partido, sin apretar el acelerador. En la segunda parte, tan sólo Airam parecía empeñado en demostrar que él también es un goleador y tiene mucho que aportar. Marcó el 4-0 tras otro gran pase de Kike Márquez, que estaba en plan torero, administrando el frasco de las esencias. Con cuentagotas a veces, pero con la certeza de que su talento no debería desaprovecharlo él mismo, como le ha pasado en demasiados partidos.

El San Roque, que había intentado marcar algún gol y tuvo ocasiones aisladas, al final ya ni lo intentó. Se conformar con dar algunas patadas que sobraban, como le sobró a Mantecón la jugadita tonta de su tarjeta. A ratos, se había visto al Cádiz que se espera ver todos los domingos en Carranza. Y esmerándose en esos ratos fue suficiente para ganar por goleada.

Lo importante es que siga la racha (13 de los últimos 15 puntos), y que no miremos atrás con ira porque no sirve de nada.

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