Como cada año por estas fechas son muchos los que rinden culto a sus difuntos cumpliendo con la tradición de visitar los cementerios durante las jornadas festivas en torno al día 2 de noviembre, una costumbre que cada otoño congrega a cientos de personas. El camposanto mancomunado es ejemplo de ello, unas instalaciones en las que se combinan los tradicionales enterramientos en nichos, osarios, criptas y panteones con otras modalidades mucho más recientes en esta zona, como los que se llevan a cabo en pradera. Aunque pueda parecer una imagen más propia de otras zonas, se trata de una modalidad cada vez más utilizada en la provincia y a la que el cementerio mancomunado destina ya una amplia parte de sus instalaciones, como se puede apreciar en la imagen.