PRUEBA de la decadencia imparable de esta ciudad es la fiesta de Reyes Magos. Hace años lo organizaba todo el Ayuntamiento, que nombraba a las Reyes. Desde hace unos años se ha semiprivatizado el servicio : la Asociación de Reyes Magos propone una terna para cada uno y el Ayuntamiento decide, que a su vez sigue con el pago de los gastos. En Sevilla lo organiza todo el Ateneo y aquí hemos querido copiar a Sevilla, como en tantas cosas, pero en plan tieso . En Sevilla todo es privado y los que salen de Reyes Magos (nada se sabe de las extravagantes figuras de Cartero Real y Estrella de Oriente) pagan importantes sumas para salir. Aquí queremos copiar a Sevilla pero con gente más seca que la mojama. Uno de los reyes magos ni siquiera se ha pagado su traje, que se lo prestaron , adaptado a los tiempos de crisis. Aquí hacemos las cosas a la sevillana pero con el inconfundible aroma de Cádiz. Se privatiza en parte la designación de los Reyes pero lo demás sigue a expensas municipales. Como el Casino, municipal en su propiedad, privado en su gestión. Nos hemos hecho de las ferias, hemos creado una hermandad del Rocío que nunca hubo, hemos iniciado la sevillanización de la Semana Santa, nos hemos hecho fanáticos del Cádiz cuando hay algo menos gaditano que un fanático, una ciudad como está, tan escéptica, tan abúlica, tantos años viendo pasar ideas y culturas por los muelles. Un rey mago con bufanda del Cádiz, que incluso le toca la lotería: de Cádiz Cádiz, en vez de repartir recibe. Lo del Ateneo de Sevilla no va con esta tierra. Eso de que el que quiera ser Rey Mago suelte la tela no pasaría jamás en Cádiz porque no habría nadie dispuesto a soltar. Aquí la gente organiza campañas para que les voten, sms, llamadas y presiones para conseguir el dudoso honor de ser Rey Mago. Pero eso sí, sin arriar ni un euro, que la cosa está cortita. Ningún niño sin juguetes, pero eso de que los reyes paguen algo de su bolsillo no va con Cádiz, eso en Sevilla.