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EL ALAMBIQUE

Rafael / Gómez / Ojeda

Reflexionando

POR FIN terminó la maratoniana campaña electoral. De lo visto, leído y oído, no sé yo si a muchos españoles les han quedado claros algunos de los mensajes emitidos por los partidos en liza. Retruécanos, reproches, insultos, descalificaciones y repeticiones han sido la tónica general de la campaña. Abusando de la buena voluntad de los electores, se han hecho promesas no creíbles, para recabar el interés de los jóvenes, pensionistas y amas de casa. Regalos para todos. La tómbola de la chochona. Bonobús, bicicletas, internet gratis, vacaciones a las amas de casa; todo, evidenciando una concepción paternalista de los que ostentan el poder. Y luego se lamentan que nos llamen subsidiados. También se ha destacado en esta campaña el interés de los dos partidos mayoritarios ayudados por algunos medios de comunicación, en querer establecer en España un bipartidismo al estilo USA, queriendo dar la sensación de que aquí también se está eligiendo al presidente de España. ¡Qué más quisieran muchos! Debates descafeinados en los cara a cara de la tele, solo para hablar de lo mismo: retroceso a la guerra de Irak, al 11-M, a ETA y a la corrupción. Ninguna propuesta sería digna de ser tenida en cuenta por los electores. Los analistas políticos para realizar seriamente su trabajo, han tenido que recurrir a las anécdotas: el color de las corbatas, los trajes, el bolígrafo, las miradas a la cámara o al papel, etc. Algunos hasta se han atrevido con el humor ácido resumiendo que el día 9 hay que votar a un "imbécil" o a un "traidor", refiriéndose a los piropos cruzados entre los más "serios" candidatos. Tanto han desacreditado la democracia que unos ciudadanos han puesto en venta su voto a través de internet. No sabemos si por necesidad, por cachondeo o por hastío. Ante esta insólita venta hay quien se ha alarmado criticándola agriamente. ¿No saben que en El Puerto hubo, no hace mucho, un mercado público de votos? Si se venden votos es que hay quien los compre.

Reflexionando y votando, los ciudadanos cumplimos un deber democrático; ¿cumplirán con su deber los que ganen mañana?

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