SE me ha ocurrido hacer una crónica …al estilo de A. Pérez Sauci. Sus crónicas, gacetas, anales, efemérides, dietarios, son completas, interesantes y cercanas.

Voy a Madrid, Asamblea de exparlamentarios. Me encuentro en ella viejos y entrañables amigos de Cádiz y de toda España. Nostalgia y camaradería, sea cualquiera la procedencia e ideología. Compartimos, ya sin ansias electoralistas y con la serenidad que da el tiempo, desazón e inquietud, por el desánimo en todas partes.

Me entero que lo de Adolfo Suárez en el hospital no fue, según mal contaron, alarmante. Fue con su hijo para un chequeo. Está así así, anda muy despacito, siempre con un acompañante y muy apagado y deteriorado.

Margallo era diputado de UCD. Buena gente, pero nunca estuvo en las listas ministrables. Al parecer, se ha currado veinte años en los foros internacionales, le ha curtido y formado bien en estas lides. Muy relacionado durante tanto tiempo con la élite política europea.

De vueltas, voy a Tarifa, hace tiempo que no lo veía. Amplia y variopinta imagen de Windsurf, de lo que era un pueblo blanco de nuestra geografía. En el puerto, ferry a Tánger, contemplo el legendario Castillo. Un diamante en bruto y en la puerta de España y Europa. Sin ánimo de ofender ni entrometerme, pero aquello parece un tapial de un viejo cuartel. Ojalá lo restauraran y adecentaran ¡Con lo que significa en nuestro patrimonio histórico y cultural! A pesar de los pesares, soy testigo de la magnífica labor que Nuche y su equipo han hecho en el Casino Gaditano durante estos pasados años. En Cádiz y en cualquiera de nuestros pueblos Casino suena a eso y pesa en su contra. Mas por todo lo hecho y bien ¡chapó!

Quizás el pueblo mas espabilao de la provincia sea Conil. Ejemplos, su cooperativa hortofrutícola y sus pescadores. Los dichos sobre los conileños, por ejemplo de que cuando Colón llegó a América ya estaba allí un conileño vendiendo tomates, tienen razón. Otro ¡chapó!

Y a los apuntes cofrades y carnavalescos no llego. Queda para los gaditas de Cádiz, Cádiz, que el que suscribe solo es, amigo Kiko, un gaditano de Cortadura para afuera. Por cierto, a ver si se quitan las pintadas en los muros de Cortadura. Cádiz no se merece en su frontispicio, esa horterada y falta de respeto.