EL ALAMBIQUE

Luis Suárez / Ávila

Pérdidas

1. Nuestra más que centenaria Plaza Real de Toros ha salido a la palestra, hace unos días, con motivo de la visita del torero Dámaso González que quiso ver la cabeza disecada del toro 'Soñador' que él lidió en la corrida del Centenario en 1980. Estaba colocada en una dependencia de la Plaza, desde entonces. No la pudo ver, ni nadie le ha dado norte de dónde pueda estar la cabeza. Como que, en el inventario de los bienes de propiedad municipal, desde los años 80 para acá, no se contemplan una serie de bienes muebles de singular interés. Tampoco han podido hallarse dos grandes carteles que había en las dependencias de las taquillas. En cuanto al magnífico guadarnés de la Plaza, muy mermado, quedó en tiempos recientes reducido a seis soberbios cascos de monturas para picar, del siglo XVIII, cuyo paradero no conozco y es posible que nadie me pueda dar noticias de ello. Pero adonde yo quería llegar es a una banderilla forrada en seda celeste con madroños y pasamanería de plata que se utilizó en la fallida Corrida Regia del año 1912 que yo conservaba (por regalo de Ricardo González Casas) y que regalé con motivo de la Corrida Regia celebrada el año 1998. Estuvo colocada en el salón de Exposiciones, frontero al callejón de la Puerta principal. Pues también ha desaparecido sin que ninguno de los consultados pueda darme razón de ello. Es hora de poner coto a todo lo que viene sucediendo de anómalo.

2.- En otro orden de cosas, varios visitantes han observado que, después de la restauración de la Capilla del Sagrario de la Prioral, falta el lazo de plata que coronaba el óvalo, también de plata, que enmarca un lienzo de la Inmaculada que está en la parte alta del dosel, otrora de terciopelo de Lyón y ahora de chenilla. Como puede acreditarse, además, hay fotografías, de antes del Matías López y después del Matías López, que lo delatan y, sobre todo, puede observarse el perno de hierro sobre el óvalo de plata que constata haber estado allí el susodicho lazo. Como decía el poeta José Luis Tejada, de tan grata memoria y buen jugador de palabras: "El que restaura, resta aura". Eso es una verdad como un templo. Por cierto que faltan las "caídas" del dosel que se ha repuesto incompleto y menos rico. ¿Llegaremos alguna vez a ver el lazo de plata en su sitio y el dosel completado? Me temo lo peor.

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