LA Pepa, esa idea abstracta con nombre de mujer, va a coger cualquier día la puerta y vamos a tener que celebrar el Doce con la viuda de Carlos el Legionario. Crisis, retrasos de obras, disputas entre instituciones de distinto signo político... y polémicas con la exposición del Bicentenario. Lo último que quedaba por sufrir a esa efeméride que si llega viva a 2012 lo hará con más heridas que José Tomás. No hay manera de que esta ciudad organice algo sin obstáculos. ¿Se han fijado ustedes lo difícil que lo tiene Cádiz para cualquier cosa que se proponga? Yo ya no sé si la culpa es de los políticos, de la apatía de los ciudadanos, de la mala suerte que persigue a la Trimilenaria, de la falta de suelo, de Pérez-Reverte o de Baldasano. Sólo sé que no sé nada. A dos años vista, las dos noticias más impactantes del Doce son el retraso del puente y la renuncia del escritor-comisario. Ser gaditano es un deporte de riesgo.