AL parecer la palabra pantalón viene de un personaje de la Comedia del Arte o lo que es lo mismo, pasó del italiano al español para sustituir a las calzas o los calzones, de donde viene el gaditano término de calzonas para referirse a los pantalones de deporte. Durante siglos estaba mal visto que las mujeres usasen pantalón hasta el punto de que se usa como metáfora de poderío: el macho alfa de la familia es el que lleva los pantalones, sea hombre o mujer. Como rapeaban las FRAC en Odio eterno al fútbol moderno ahora se llevan las calzonas XXL en contraposición a la moda de hace 20 años en que los futbolistas usaban otras más cortas y ceñidas (además de bigotes y barbas en lugar de tatuajes y crestas).

Contaba hace años Vicente Verdú la manera diferente en que se veía lo mismo en una mujer y en un hombre a raíz de la extensión del teléfono móvil. Lo que se veía hortera en un varón era sexy en una chica. Paradojas. Lo mismo podemos decir de los pantalones que con el paso del tiempo han adquirido distintos formatos y modelos: bávaros, piratas, bermudas, pitillos, de campana y un largo etcétera. La llegada del verano supone la irrupción del uniforme número 2 del taxista gaditano: chanclas, pantalones pirata, camiseta y gafas de sol bien sea colocadas como una diadema o en su lugar natural. Esta uniformidad se extiende a las calles gaditanas ,cuando no se mezcla con el bañador, a veces con el torso al aire. En 100 años Cádiz ha pasado del canotier a la barriga cervecera. Debe ser el signo de los tiempos. En la época de mis padres a nadie se le ocurría pasear por la calle Ancha sin ir vestido con corrección y ahora es complicado ver a alguien con cierto decoro. Supongo que es mucho mejor el informalismo actual.

El hecho de que estuviese mal visto que las mujeres llevasen pantalones tenía que ver con el concepto que se tenía de la decencia. El paso del tiempo acabó con aquel anacronismo de la misma manera que se acortaron faldas y se ciñeron camisetas. Este verano se han puesto de moda los pantalones cortos una vez pasados los leggins invernales. Durante una época se usaba la palabra inglesa short para señalar el pantalón corto femenino. De ahí vinieron los minishort pero ahora la moda ha hecho una última pirueta: el ultraminishort, una prenda de carácter suicida con la que las muchachas en flor pasean su cuerpo gentil por las calles para solaz de esa ONG tan gaditana: Satirus Mundi.