Noventa eternos minutos

NOVENTA minutos son molto longos. Lo dijo Juanito, pero en esta ocasión no serán en el Bernabéu, sino en el estadio del Cacereño. Largos, como los calcetines de Pau Gasol, se nos van a hacer estos 90 minutos que nos van a permitir soñar con disputar el play-off de ascenso. Y además de los que estaremos en casa, pegados a la radio como siempre, habrá 20 autobuses llenos de ilusión que estarán en Cáceres. El Cádiz se la juega ante un equipo que ha sido el único capaz de llevarse los tres puntos de Carranza, así que esperemos que hoy nos devuelva lo que nos quitó en la primera vuelta. Y cuando digo que nos devuelva, me refiero a ganárselos en buena lid, que de escuchar historias de posibles regalos al Cádiz ya estamos hartos. Nos basta un empate para seguir soñando. Y las estadísticas acompañan, puesto que el Cádiz siempre ha sumado al menos un punto en el doble enfrentamiento con todos los equipos de la categoría.

El cadismo ha vuelto a recuperar una ilusión y unas ganas que se antojaban imposibles hace pocos meses. Ahora se sueña. Antes se dormía. Esa es la diferencia. Al Cádiz se le ha quedado pequeña esta categoría, pero se había dado cuenta todo el mundo menos el equipo. Desde la llegada de Calderón y la de Locos por el Balón parece que ya todo el mundo lo tiene claro. Al Cádiz no se le debe ir esta ocasión de oro. Digo DEBE y no PUEDE porque evidentemente esto es fútbol y cualquier cosa puede pasar. Las fábricas de maletines de Ubrique están que arden por toda la geografía española y me temo que no va a ser empresa fácil. Pero por ilusión y ganas no va a quedar. Sería demasiado cruel el fútbol con el cadismo si nos diera la "guantá" en el último momento, después de nadar tanto para acabar ahogado en la orilla. Así que para evitar tonterías, mejor será salir a por el partido desde el minuto uno. Salir a empatar es perder, salvo que seas Mourinho y ni aún así tienes el punto asegurado. Bien hacen Caderón y el equipo en huir de euforias, que son malas compañeras en este tipo de partidos. Y es que el Cádiz tiene un factor importantísimo que podrá aprovechar si finalmente se mete en play-off: en las últimas semanas tiene números de líder. El equipo está en alza y eso hay que aprovecharlo.

Repito que no va a ser fácil. El viejo tópico de los equipos que "no se juegan nada" tiene truco. El Cacereño está peleando, con remotas opciones, eso sí, por meterse en Copa del Rey. Una Copa que sabe que no va a ganar, pero conscientes de que pasando alguna que otra eliminatoria te puede caer el regalo de un grande que casi te solventa el presupuesto de la temporada. Así que menos lobo con los que no se juegan nada. Ahora ya verá si pueden más las ganas de jugar una Copa del Rey o las de meterse en un play-off de ascenso.

Nos hace falta un empate y si Mourinho lo consiguió con un autobús en el Calderón nosotros llevamos ¡¡¡veinte!!! a Cáceres, con lo que las posibilidades se multiplican. Hoy todos los cadistas estaremos pendientes de lo que queremos. Que así sea.