En manos del Príncipe

El Cádiz se juega toda la temporada en el último partido de la fase regular de la Liga. Noventa minutos antes de ser feliz por confirmar su presencia en el play-off o de echarse a llorar por firmar un batacazo histórico; es decir, perder y que el Guadalajara derrote al San Fernando. Como la palabra traspié no cabe en el diccionario del cadismo, Antonio Calderón, el entrenador, se ha encargado de recordar esta semana que hay ganas de victoria, hambre de un triunfo que pondría un broche sensacional a las ocho semanas que lleva el gaditano en el banquillo del equipo de su tierra. El mejor epílogo se puede conseguir en Cáceres; nunca antes en manos del Príncipe Felipe, el feudo del conjunto extremeño.

Cuando tras la 30ª jornada de Liga el club decidió prescindir de los servicios de Raúl Agné y poner en el puesto de entrenador a Antonio Calderón, la sensación inicial era que jugar la fase de ascenso iba a estar harto complicado. Sin embargo, nació un Cádiz diferente lejos del Ramón de Carranza, más efectivo sin ser vistoso, y que, además, ha sido capaz de mantener el tono como local. El resultado es que se presenta en la semana final de la fase regular dependiendo de sí mismo y con un partido en el que será casi el local porque estará arropado por unos 1.600 aficionados. A las ocho de la tarde de hoy el cadismo debería estar celebrando un objetivo obligado pero que se ha complicado más de la cuenta, antes de pensar en el rival que deparará el sorteo de mañana.

La semana en el seno de la plantilla cadista ha estado marcada por los discursos optimistas y realistas, pero siempre mostrando el máximo respeto hacia el último adversario en la Liga. Un Cacereño que no ha hecho una mala temporada y que se ha visto fuera de la pelea por el play-off por culpa del carrusel de lesiones que le ha acompañado en los últimos meses. Otro dato que han tenido muy presentes los jugadores ha sido el 3-5 al San Fernando, lo que puso de manifiesto que el equipo de Ángel Marcos tiene una pegada interesante.

Las lesiones y los jugadores tocados han marcado las sesiones preparatorias previas al choque de hoy. La gran víctima de la semana ha sido Jorge López, que se ha tenido que quedar fuera de la convocatoria por culpa de unos problemas musculares que, sin ser rotura fibrilar, le obligan a parar cuando menos lo deseaba. Con el centrocampista comparte la enfermería Dalmau y Tomás, lesionados de mayor duración que también se quedan en tierras gaditanas. Antonio Calderón anunció el viernes que era su intención llevarse a 17 jugadores, ya que hay futbolistas con problemas físicos y que son dudosos, casos de Andrés Sánchez, Tena o Garrido. Al final ha convencido a los dirigentes para que fueran 18 los jugadores que ayer se subieron al autocar rumbo a Cáceres. Los elegidos son los siguientes: Alonso, Sergio Aragoneses, Ceballos, Andrés Sánchez, Tena, Josete, Fran Pérez, Garrido, Mikel Martins, Jorge Luque, Migue García, Paulinho, Juan Villar, Kike López, Kike Márquez, Perico, Airam y Dioni. Las novedades respecto a la última lista son Paulinho y Perico. El primero porque apenas ha entrado en los planes y el segundo después de muchas semanas ausente por una rotura fibrilar a la altura del abdomen. También son novedades Sergio Aragoneses -ya recuperado- y Garrido, quien ante La Roda cumplió un partido de sanción. Ambos cogen las vacantes de José Antonio -vuelve al filial- y del lesionado Jorge López.

En cuanto al once, Calderón baraja diversas opciones marcadas por el estado físico de sus hombres. Una es si Aragoneses será titular después de tres semanas fuera por lesión, periodo en el que Alonso ha respondido de forma favorable. Las otras afectan a la defensa; Andrés Sánchez ha estado toda la semana entre algodones, por lo que no es segura su titularidad. Si no jugara, Josete pasaría a la izquierda y Tena entraría en el centro de la zaga en lugar de éste. El doble pivote parece estar reservado para Garrido y Jorge Luque; de ahí en adelante, dinamita pura: Juan Villar, Migue García, Dioni y Airam. ¿Quién da más?