ANTES de crear es obligado valorar su utilidad. Lo que no se quiere no se merece, y esta es una ciudad desmerecida.

Poco debió importarle en 1995 al Ayuntamiento (IP y Cía) fijar la sostenibilidad financiera de la www.fundacionpedromunozseca.org, y menos aún proyectar su itinerario de utilidad. A la vista está el escaso recorrido sociocultural de esta entidad, sus presupuestos infantiles y su minimalista patrimonio. No tengo dudas de que él ilustrísimo Sr. D. Pedro Muñoz Seca merece mucho más de su ciudad natal, y tampoco dudo que su ciudad no le merece, no le quiere.

Conviene no olvidar y juzgar con severidad el vergonzante espectáculo protagonizado por el Ayuntamiento, su corporación, desde que se decidió construir un teatro hasta su inauguración con respecto a su denominación, solo al final Muñoz Seca. Ahora toca ver cerrada hasta nuevo aviso la casa-museo Muñoz Seca, y sin más comentarios en su web.

Razonando sobre los objetivos de esta fundación, me pregunto qué la desmerece para no contar con una eficaz estructura de gestión y financiación entre gerencia y patronos. Acaso el teatro, la comedia, no tiene beneficiarios y adeptos como la poesía, por comparar a tiro de gracia.

Hubiera sido interesante comprobar la utilidad de una entidad dedicada por y para el teatro, con recursos finalistas y financieros, con una casa natal de referencia, y con una sede museo abierta en forma de teatro con denominación propia en la calle Comedias, no en Polvorista.

En una ciudad capaz de ignorar durante 25 años la ausencia de un teatro, que su más digno exponente teatral se forja y sostiene en un instituto de secundaria y que su nuevo teatro tiene un aforo menor que un centro cívico, no causa sorpresa que traten de forma tan indigna a sus ilustres nativos muertos. El libreto histórico local nunca se termina, y aquí el empeño es desmerecerlo.

Es posible que esta fundación pase a gestionar su teatro, su programación y financiación, la proyección teatral en la ciudad, salvando así el actual dispendio racional, y ayudando a que los malos cómicos hagan peña con los títeres.