JULIO Anguita me exaspera pero siempre lo oigo con atención. Me parece un rígido auto convencido de que lo que él piensa es lo único que vale, que posee la verdad, toda la verdad de las cosas. Para mí mismo lo califico de "febril". Parece ser que gobernó la ciudad de Córdoba bastante bien y fue un formidable enemigo de los socialistas en la Junta de Andalucía por persona interpuesta. Recuperado de un infarto, con fortuna, es un jubilado cordobés atento y lúcido. Otras muchas cosas podríamos decir de él, particularmente de la pérdida de su hijo Julio Anguita Parrado, periodista de El Mundo, muerto en la guerra de Irak (2003). Es duro, muy duro perder a un hijo. Sé por qué lo digo. Tuvo y tiene por ello la solidaridad de los españoles de buena condición.

A Julio Anguita lo suelen llamar muchos sábados los de La Sexta para conocer su opinión sobre la actualidad de España. El último sábado, para hablar de la abdicación y el nuevo tiempo lo hicieron de nuevo. Era lógico que le preguntaran por lo que está en la calle en estos días, el dilema Monarquía vs. República. Es una de las veces que más lúcido y sincero lo he visto. Dijo algo así como esto: Yo soy comunista y necesito saber de qué República hablamos. Extendiéndose a continuación en lo que lo hizo conocido en su tiempo de dirigente del PC y de IU: Programa, programa, programa. Digo que puso sobre el papel unas precondiciones a su juicio definitivas para dotar de contenido a lo que puede ser, también, un debate frívolo y fuera de la realidad. Todo lo contrario de lo que es nuestro senequista jubilado.

Algunos conocidos intelectuales, que se pronunciaron sobre la República en los estertores del reinado de Alfonso XIII, incluso redactando un famoso artículo-manifiesto en los diarios de la época (Delenda est Monarchia, Ortega y Gasset), al grito de "¡No es eso! ¡No es eso!" saldrían huyendo despavoridos del palacio de la Carrera de San Jerónimo. Porque la República, como la Monarquía, no es nada en sí misma sino una accidentalidad. La esencia hay que ponerla dentro. Y por eso Julio Anguita, arrojando luz sobre lo que le preguntaban, puso su preámbulo sin el cual nada se entendería: Soy comunista, de qué República hablamos.

Llevamos 30 años sabiendo de qué Monarquía hablamos, lo hacemos de una Monarquía Constitucional y Parlamentaria aprobada por el 80% de los españoles. Imposible que digan mentiras de lo que conocemos perfectamente. Es la luz que, al trasluz, ha lanzado Julio Anguita sobre un debate bastante artificial. Porque no hablamos de teorías, hablamos de España.