EL ALAMBIQUE

Luis / Hiniesta

Listos y necios

HAY que hacer frente a los listos y necios para salvaguardar la convivencia pacífica, igualitaria, justa, y solidaria.

Resulta corriente que listo sea sinónimo de necio, que a la voluntad de ser astuto y anteponer lo que le conviene se sume la condición de ignorante de lo que debería saber, y el esfuerzo por ser obstinado sin razón. Esta miserable aportación a la vida en sociedad se genera por el individuo, y cual virus social se expone ante todos. En mi opinión se puede calificar de pandemia las consecuencias actuales de los listos y necios sobre el planeta, y sin calificativos sobre esta ciudad. Cuesta tragar con los perjuicios y daños sufridos en la ciudad durante los últimos 20 años, donde pertinaces listos y necios fueron aupados a las tareas de gobierno por una pléyade honrosa de la misma voluntad y actitud, astutos sobre los que les conviene a ellos y negados a lo que les conviene a los demás, a sabiendas.

Los males cuando se convierten en crónicos obligan a adaptar la vida al tratamiento médico asignado, y a soportar los perjuicios propios y ante terceros.

Cuando uno se abandona ante un mal, como el de listos y necios, lo normal es transitar por una cuesta abajo de desgracias y desgraciados. En ello estamos, y lo lamento.

Es sabido que, en el organismo social que representa una ciudad, los listos y necios no son mayoría, pero también se sabe que son víricos, que no se conforman con su espacio, el asignado por sus meritos. Tratan de ocupar más espacio a costa de hurtar a los demás sus bienes o derechos. No importa el hecho de que nadie les moleste, a listos y necios les importa poco la tolerancia ajena, muy al contrario lo fagocitan con destreza por entender la tolerancia como una debilidad.

A pocas fechas de haberse celebrado el día escolar de la paz y la no violencia, vuelvo a invitar a unos para hacer frente a esta pandemia de listos y necios, y a los enfermos por ella a dejarse tratar para su bien. Mientras, pido a las instituciones, a los funcionarios públicos, redoblar esfuerzos para no mostrar debilidades vulnerables, por salud, saber y deber.

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