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Con la venia

fERNANDO / SANTIAGO

Laicismo

ME divierten mucho aquellas personas que hablan de sí mismas en tercera persona, como si fueran el Papa. Lo hacía mucho el lehendakari Ibarretxe y lo hace de vez en cuando José María González. Le da una prosopopeya que no tiene una sencilla primera persona del singular o, si se quiere ser más modesto, del plural. Me encantó la explicación del alcalde cuando nos contaba la enrevesada solución que había buscado hace unos meses para participar en la procesión del Nazareno sin hacerlo de manera oficial: no iba el alcalde iba " el hijo, el hermano, el gaditano" como si fuera una costumbre suya de toda la vida. Eso sí, lo anunció en una conferencia de prensa oficial ya que nos cuenta cada día sus costumbres y su vida familiar. El mismo procedimiento que utilizó esta semana para explicar que el Equipo de Gobierno no iba a participar en la procesión de la Patrona ni en la renovación del voto de la ciudad a la Virgen del Rosario. Los equipos de gobierno del PP siempre participaron en todo tipo de procesiones con mucho entusiasmo hasta el punto de que iban saludando al personal congregado en las calles como si fuera una cabalgata de carnaval. Carlos Díaz fue más austero de manera tal que buscaba alguna persona de la ciudad que hiciera la renovación del voto a la Patrona.

Debo decir que en términos generales el laicismo me parece la más ética y certera de las posibles actuaciones de cualquier institución pública, válida igual para el Ramadán, para los actos de los Testigos de Jehová , los Evangélicos o los católicos. El laicismo es integrador ya que es neutral. Cosa diferente es que el Ayuntamiento preste asistencia técnica para el desarrollo de actos religiosos que así lo requieran. Creo que el Ayuntamiento debe participar en la vida de los colectivos y entidades de la ciudad cuando sea invitado a ello aunque en los que tengan un matiz ideológico, como la religión o la política, debería abstenerse. Una cosa es ir a un acto del Ateneo y otra participar en mítines o una misa, tanto da. Incluso en esa patraña denominada ayuntamientos del cambio. Puede ser discutible aquello que afecta a una tradición, como es la renovación del voto de la Patrona o la entrega del bastón de mando al Nazareno. Lo que no estoy tan seguro es que el año que viene la postura municipal vaya a cambiar y se nos ofrezca otra extraña versión de los hechos en una conferencia de prensa donde el alcalde nos cuente alguna manía personal suya o de su familia. Cádiz pendiente de la madre del alcalde.

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