Carta desde Manila

carlos / juan

Joselito Sevilla, el poli esmayao

UN total de 70 bloques de hormigón o 500 metros cúbicos de gasóleo. Da lo mismo. Dos poderes han arruinado dos caladeros. El pez gordo se come al chico y algunos peces gordos se comen, si pueden, a todo un banco, una metáfora que allí ha adquirido sentido literal. La petrolera Petron ha dejado en paro a los pescadores de la Bahía de Manila por un vertido, que ha reconocido, en la ciudad de Rosario. Son 40.000 pescadores, la mitad de la población de la Línea y, ciertamente, muchos más que los que se han quedado de momento sin pescar junto a la Roca. El mar se acaba tragando lo que la economía, aquí, y la geopolítica, allí, le echan.

Y como dinero llama a dinero tanto en el lejano Oriente como en el exótico Occidente de ciudades milenarias superpuestas unas sobre otras, de sopetón resulta que la zona que estaba quedando de dulce en el caos de contaminación y suciedad que es Metro Manila ya no pertenece a sus dueños de toda la vida. Bonifacio Ciudad Global (sí, el nombre parece más rebuscado que Bahía Sur o La Barrosa) se va para Makati, el vecino rico de la capital. El arrebato se ha producido con argumentos legales sobre lindes de los respectivos términos municipales pero esa música suena mucho en Sevilla y, por lo que ustedes cuentan con un punto de franca resignación, últimamente lo hace en Cádiz... si uno no presta atención al leer puede creer que el pack dos por uno Zona Franca y puente se han ido hacia Sevilla pero de momento el único Carranza que se ha ido es el trofeo.

Con Sevilla me entretengo y con Sevilla me voy, en este caso con Joselito Sevilla, un anónimo antidisturbios de la ciudad de Mariquina que, muerto de sueño y hambre y harto de un turno que no se acababa, se echó a llorar en mitad de los incidentes que todos los años acompañan al discurso sobre el estado de la nación. Consiguió que los manifestantes cambiaran los empujones por abrazos y hasta le dieran un pañuelo. Pero repitiendo la pregunta que hace más de una década lanzaba a las ondas el periodista Carlos Alsina... ¿y esto, a quién le importa?

P.D. Le importa a sus 150 seguidores de Facebook.

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