PARTIDO complicado el de esta tarde en Carranza. Y no solo por la calidad del rival y su puesto en la tabla. Es que, además del gafe del Cádiz contra los filiales, venimos de ofrecer una imagen que dista mucho de lo que se espera de los amarillos. Si fiasco inexplicable fue la derrota ante el Betis B, la actuación de los de Claudio Barragán en La Línea tampoco ayuda a la esperanza. Y claro, con la afición tan caliente cualquier chispa que salte explota el polvorín en el que se ha convertido esto. Mal momento para caer en el pesimismo.

Gracias a Dios el quinto clasificado está a una distancia prudencial, porque si estuviera más cerca podrían saltar los nervios de manera alarmante. Y que el equipo salga de esta racha y coja confianza es lo que queremos todos. La duda es si se puede. Las declaraciones del entrenador diciendo que "en La Línea el equipo fue un desastre táctico" y que se tenga que trabajar ese aspecto "como si fuera pretemporada", nos dicen dos cosas: o el entrenador no sabe explicarse bien o los futbolistas no lo cogen. No hay más. Y ojo, que estamos en la jornada 33. Y es una pena llegar así a esta jornada, porque hoy se enfrentan Murcia y UCAM Murcia, con posibilidad de empate y recortarles dos puntos a cada uno en caso de victoria cadista. Puede que así sea, pero serían 68 y 64 puntos, por 61 del Cádiz. Nos serviría para recuperar la tercera plaza y acercarnos a la segunda, pero qué distinta hubiera sido esta jornada con los puntos del Betis y la Balona en la buchaca.

Hoy tocará (una vez más) levantar al equipo en lugar de que nos levanten ellos. Lolo Plá hablaba esta semana en este Diario y comentaba que "no somos ninguna mierda", en referencia al equipo. De la calidad de un futbolista se puede dudar o no, pero no seré yo quien lo haga. De lo que no se puede dudar, porque el fútbol es un deporte basado en lo cuantitativo más que en lo cualitativo, es de los resultados. Y aunque nadie sea una mierda, los resultados pueden no salirte como esperas y deseas y ahí se está expuesto a las iras de la afición. Comprendo también la frustración de los futbolistas cuando no salen las cosas, pero la mejor forma de revertir esa criticas no es desfogándose en prensa, sino haciéndolo en el campo y demostrando que las cosas pueden salir bien.

Los futbolistas deben comprender el nivel de hartazgo de esta afición, los palos que viene recibiendo año tras año, y entender que cuando ello se marchan, la mayoría de las veces con el objetivo sin cumplir, la que se queda aquí año tras año es la afición. Esa que les reclama no ya que sean el Brasil del 70, ni siquiera que no pierdan algunos partidos, sino al menos no tirar a la basura partidos de manera infantil. Hoy se regalan dos entradas a los que fueron a La Línea. Lo mejor sería no regalar nada, ni entradas, ni puntos, ni partidos encarrilados. Esa sería una buena señal. Ahora lo que toca es poner la ira sobre el campo y demostrar que este equipo sí que puede afrontar un play off con garantías. A ver.