El huracán Gustav azotó ayer durante nueve horas y con rachas de hasta 340 kilómetros por hora las regiones occidentales de Cuba. No dejó víctimas a su paso pero sí cuantiosos daños materiales antes de continuar su trayectoria hacia Estados Unidos. En Nueva Orleans continuó la evacuación obligatoria de hasta 470.000 habitantes, aún con el recuerdo de los 1.800 muertos provocados por el huracán Katrina hace tan sólo tres años. Miles de personas se alejaron ayer de la zona de peligro en coches, autobuses o trenes. Mientras, expertos avisaban de que el Gustav estaba recuperando fuerza en el Golfo de México antes de impactar hoy contra la costa norteamericana.