Extralimitarse

LAS paradojas informativas de las semanas precedentes me hacen reflexionar ceñudamente sobre cómo en este país se ejerce el derecho a la extralimitación sin ningún tipo de contemplaciones. Como mal mayor y salteados por el territorio nacional nos hemos dado de bruces con casos que nos incumben a todos y que destacan por su carente sentido de la ética. Es el caso de Javier Rodríguez, consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, que con esa mencionada actitud de la extralimitación política ha practicado sin pudor alguno una campaña de culpabilización contra la enferma de ébola Teresa Romero. Y como se quedó solo tras su encendida soflama, ha pedido perdón por carta a la afectada. Lástima que en la posdata de la misiva no viniera también una contundente frase dimisionaria.

Por otro lado si algo sabía con certeza es que las tarjetas de crédito siempre tienen límite. Pero ahora hemos descubierto que no, que algunas tienen una dilatada capacidad en manos de un grupo de consejeros de Caja Madrid que las usaban con apego a la extralimitación. Champagne a go go!!! que paga el rescate del estado, se decían entre ellos.

En este debate casuístico abierto en la sociedad española no puede faltar una de las extralimitaciones de mayor responsabilidad penal, como lo ocurrido en Cartagena a manos de seis miembros del Cuerpo Nacional de Policía. Un hecho grave y cruel que ha acabado con la muerte de un vecino de un barrio marginal, al que terminaron tirando por un barranco en Cala Cortina. Un hombre que llama en ayuda al 091 y que termina con el cuello roto por la brutal paliza que le propician estos agentes. Como se ha sabido tras la investigación de sus propios compañeros, estaban acostumbrados a la extralimitación de sus funciones.

Y por último prefiero citar en positivo a Hassan Baraka, un marroquí de 27 años acostumbrado a los deportes extremos, que unirá a nado en las aguas del Estrecho los dos continentes. Acostumbrado a unir fronteras con sus hazañas simbólicas que llevan al cuerpo a sus límites más extraordinarios, señala abiertamente "yo, que soy deportista y también musulmán, quiero demostrar así que todos somos hombres y pueblos hermanos y que al final no somos tan diferentes".