Calle Ancha

Alberto Ramos / Santana

El Doce y sus misterios

Una de las grandes ventajas que los gaditanos tendremos, de aquí al año 2012, son los momentos de ocio y divertimento que nuestras autoridades nos proporcionarán en los próximos años. Diversiones entre los que no faltarán los juegos de misterio. Hemos tenido ya ejemplos que demuestran que la cosa va por buen camino. Uno de ellos, el de una institución que sirva de homenaje y centro cultural de los hechos históricos y sociales americanos, aunque, como en Cádiz somos más que nadie, ya nos han anunciado que tendremos dos, una Casa de América y otra Casa de Iberoamérica. Sin embargo, el mejor ejemplo de lo divertido que van a ser los próximos años es el caso de la restauración del Castillo de San Sebastián. Y en este caso el asunto da juego a que cada uno busque la solución que más le guste, pues todo el mundo tiene razón. El Ayuntamiento envió el proyecto de rehabilitación, y el Consorcio no lo tiene. Las cosas como son. ¿Quién tiene la culpa del lío? Al parecer, el mensajero. El R. D. 95/2006, de 3 de febrero (BOE 14/2/2006), creaba la Comisión para la conmemoración del II Centenario de la Constitución de 1812, que reconocía que las Administraciones públicas más relacionadas con el acontecimiento (la Administración General del Estado, la Junta de Andalucía, la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Cádiz, y "otros ayuntamientos") estaban proyectando actuaciones conmemorativas, que, dice el Decreto, se hacía necesario coordinar y encauzar, y para ello se creó la Comisión. En ese decreto, en su disposición adicional única, se prevé la creación de un Consorcio, que debe facilitar el cumplimiento de los objetivos de la Comisión y gestionar los créditos que se destinen a las actividades e inversiones relacionadas con la conmemoración. En el BOE de 27 de marzo de 2007 se publicó una resolución con el convenio entre la Administración General del Estado y la Comunidad Autónoma de Andalucía para la creación del Consorcio para la Conmemoración del II Centenario de la Constitución de 1812, que según su artículo tercero tendrá su sede en Cádiz. Y aquí radica el misterio de la polémica del proyecto de rehabilitación del castillo de San Sebastián: que el Ayuntamiento de Cádiz no sabe que el Consorcio tiene su sede en Cádiz. Bueno, no hay que ser exagerados, por supuesto que el gobierno municipal lo sabe, faltaría más, que saben eso y más que Briján o que Merlín. Quien no debía saberlo es el encargado de poner la dirección y los sellos, por eso el proyecto de rehabilitación redactado por los técnicos municipales fue enviado a Madrid y a Sevilla, en vez de enviarlo a la plaza de San Antonio de Cádiz, donde todo el mundo, menos el mensajero municipal, sabe que tiene su sede el Consorcio 1812-2012. Así que no hay que ser mal pensados. No hay ninguna intención de saltarse al Consorcio y a su organigrama de dirección y trabajo. Simplemente, un propio no se ha enterado todavía que existe un Consorcio y que su sede está en Cádiz, y que, por tanto, el Ayuntamiento, y los gaditanos que lo mantienen con sus impuestos, se podían haber ahorrado un dinero en el envío del proyecto. Pero, ¡tampoco es cuestión de buscar responsables!

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