TEÓFILA Martínez, alcaldesa de Cádiz, reconoció hace una semana, durante una visita a las obras del futuro Centro de Arte Contemporáneo, que aún no se había perfilado el contenido de la instalación, más allá de la segura presencia de la colección El Valle de los Caídos de los Costus, ni la programación de un centro -aclaró varias veces que se trataba de un centro, no de un museo- que quería que fuera un organismo vivo y dinámico. Y también reconoció que aún no se había hablado con Diputación acerca de su significativo fondo de arte contemporáneo. O sea, que el Ayuntamiento tiene continente -lo tendrá después de 4,5 millones de euros, fondos europeos incluidos-, pero apenas sabe de su contenido ni de sus actividades.

Ana Mosquera, diputada provincial de Cultura, reconoce ahora que la Diputación mantiene su proyecto, del que no se ha sabido casi nada en la última década, de construir un Centro de Arte Contemporáneo para mostrar los fondos adquiridos en el otrora importante certamen Aduana. O sea, que la Diputación tiene contenido -tras invertir millones de pesetas en las pasadas adquisiciones- pero no tiene continente.

En mayo hay elecciones. Si unos y otros están esperando resultados para actuar, le están haciendo un flaco favor a la cultura de la ciudad.