Tras la feliz aparición de Bienve, el joven de 21 años que debutó con el primer equipo el pasado domingo, inmediatamente después comenzaron a surgir los inconvenientes por las cosas mal hechas. La propiedad del jugador es del Puerto Real y si no llegan a un acuerdo pronto con el presidente verdiblanco, pueden surgir problemas y ser el propio Bienve el perjudicado. Antonio Calderón, que a confiado en el jugador, si mantiene el criterio puede seguir contando con él, pero su valor puede ir en aumento y en situaciones como estas suelen aparecer los representantes de turno, que le ofrezcan otros equipos interesados en hacerse con su servicio y algunos medios de comunicación reciban llamadas para levantar las expectativas de sus representados. O el propio club de origen del jugador puede recibir ofertas reales o ficticias y está en su derecho de aprovechar la mejor, aunque las relaciones del los clubes en cuestión juegan a favor.

La primera toma de contacto entre representantes de ambos equipos no ha aclarado nada, algo normal conociendo a los máximos mandatarios, siendo ambos presidentes muy "presidencialistas" y, en definitiva, serán los que tengan la última palabra.

Se cometió un error a principio de temporada cuando la cesión se hizo sin cláusulas para atar al jugador en el supuesto que todo funcionara bien, pero el error es mayor, cuando el técnico del primer equipo toma la decisión de llamarlo para realizar los entrenamientos con la primera plantilla y luego es citado para integrar la lista, sin que antes se hicieran las oportunas gestiones con los dueños de los derechos del jugador. Bienve, en un alarde de madurez, ha declarado que sigue pensando como jugador del filial, aunque los errores ajenos pueden perjudicar la progresión del jugador.