Carriles de bicis inútiles

Estamos llenando las ciudades y urbanizaciones de la provincia de carriles deportivos para cicloturismo

Las bicicletas son para el verano, pero también para el invierno. Eso conviene tenerlo en cuenta, al construir los carriles bicis. En Cádiz y en casi todos los municipios de la provincia han construido carriles en los últimos años, patrocinados por la Junta de Andalucía y la Unión Europea, que es la madre del invento. En Bruselas intentan que todos los europeos sean como los belgas y los holandeses, que se desplazan en bicicleta como un medio de transporte. Y lo patrocinaron, como hacen estas cosas, arreando, que es gerundio. Después, en cada pueblo se han creído que es un invento de sus alcaldes, que se fijan en Sevilla, donde los carriles causaron admiración.

Me voy a centrar en el carril bici de Cádiz, que sirve para otros municipios donde ocurre lo mismo. Actualmente, es inútil. Al menos, parcialmente inútil. Un carril bici debe servir para el transporte del usuario. Un carril bici debe servir para ir desde donde resides a tu puesto de trabajo o a la Universidad, o para desplazarte y hacer gestiones. Un carril bici debe servir para que disminuya el uso del coche, ¿verdad Martín Vila?, y también del autobús urbano. Menos humos y más piernas. Eso es lo que fomentan en Bruselas.

En Cádiz, para conseguir ese objetivo, debe haber carril bici desde Cortadura a la Caleta por el Paseo Marítimo y el Campo del Sur, y desde la Caleta a Cortadura por el otro lado, que incluya la carretera industrial, el paseo de la Paz a Puntales, la avenida del soterramiento y la avenida verdadera, con sus enlaces transversales. Sobre eso se hizo un proyecto desde los tiempos de la alcaldesa Teófila, cuando IU tenía a Elena Cortés como consejera de Fomento. Pero lo que existe es poco y malo.

El tramo inaugurado en el Paseo Marítimo, desde Asdrúbal al Hotel Playa Victoria, es significativo: de pronto el carril muere. Imposible para el transporte. Estamos llenando las ciudades y urbanizaciones de carriles deportivos para cicloturismo, para que el niño, sus padres y abuelos imiten a Thomas, Froome y Landa, dentro de un orden, en las mañanas de verano, y así se distraen montando en bici.

Pero no es ese el objetivo, sino que seamos como los belgas, los holandeses y una parte de los sevillanos. Personas que pueden ir a sus trabajos o estudios en bicicleta, sin morir en el intento, o sin encontrarse de pronto tirados en medio de una carretera, como antes de que hubiera un trocito de carril para fotos de los alcaldes.

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