El Palillero

José Joaquín / león

El Carnaval de la crisis

EL Carnaval ya está aquí. Ha llegado del tirón, con la Pestiñada, la Erizada, la Ostionada y el comienzo del concurso del Teatro Falla en el mismo fin de semana. Pero lo que ha llegado también al Carnaval, por vez primera, es la crisis, con sus consecuencias. Y hay que decir que la alcaldesa Teófila, esa a la que tanto critican en las coplas, le ha salvado los muebles del tinglado a muchos carnavaleros, a través de Onda Cádiz, después de la espantá de Canal Sur. A Pepe Griñán, que es un intelectual, le gusta el Carnaval menos que a Manolo Chaves, que se iba a comer ostiones junto al Merodio para escuchar a los coros. Y eso también se nota.

Nadie quiere reconocer en público que con el Carnaval se gana dinero. No sé por qué. Es legítimo que los coristas, comparsistas, chirigoteros y cuarteteros ganen unas cantidades que, desde luego, no tienen nada que ver con el caché de unos artistas famosos. Es legítimo que cobren, porque participan en un concurso, en el que se reparten premios en metálico. Y porque generan ingresos al tomar parte en un espectáculo con taquilla, que cubre un mes de programación en el Teatro Falla. Un espectáculo para el que hay demanda de localidades en Cádiz y fuera, por lo que es razonable que un porcentaje se venda por Internet. Como lo sería que se ofrecieran algunas entradas a agencias de viajes y hoteles. Exportar el Carnaval no es malo, sino bueno; es una de las claves de su futuro.

El Carnaval, en los últimos años, ha estado subvencionado principalmente por Canal Sur (o sea, por la Junta de Andalucía). Y también por Onda Cádiz (o sea, por el Ayuntamiento). Si ahora Canal Sur no está por la labor de poner lo que ponía, no se debe a que Manolo Casal se haya vuelto más tacaño, sino a que la RTVA tiene el presupuesto recortado y el segundo canal emitiendo lo mismo que el primero. Por lo tanto, no puede permitirse ciertos lujos, ni seguir en el Carnaval con la pólvora de la Junta a tutiplén.

Ahí ha entrado Juan José Ortiz, como consejero delegado de Onda Cádiz, a dar un capotazo, siguiendo las instrucciones pertinentes. A las televisiones privadas no le interesa el Carnaval de Cádiz. Y esto se debe tener en cuenta para próximos años. Si continúa la crisis, podrían llegar más ajustes de presupuestos. Entonces se vería que una parte del Carnaval está inflada. Tampoco es tan grave. En los tiempos de Paco Alba, además de sufrir censura, no había televisiones en el concurso. Y, aún así, sobrevivió el Carnaval.

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