Calle Ancha

José Ramón Del Río

Cabalgatas del cambio

Se queja nuestro flamante alcalde - y lo de los flamante lo digo no por el poco tiempo que lleva, sino por lo poco que usa el cargo- que los medios de comunicación lo tratan mal. Para demostrarle que no es así, en lugar de escribir sobre su ausencia de la Comisión de Presidencia, que debía de celebrarse como previa al pleno, que diera el Vº Bº al proyecto que opta a fondos europeos y que puede poner en peligro una ayuda de 15 millones de euros, pese a las advertencias del PP de la necesidad de cumplir plazos y que, cuando escribo, aún no se sabe porque viajó a Barcelona, ni tampoco porque el concejal previsto para sustituirle, tampoco comparecía, voy a escribir de las cabalgatas de Reyes, organizadas por los "alcaldes del cambio" y que demuestra que la nuestra, la de Cádiz, pese a ser un mamarracho (el pueblo dixit) y a costar lo mismo que la que organizaba Teófila, con menos carrozas e intendencia, ha sido la mejor de todas.

Vean si no: en la capital de España, la alcaldesa Carmena quiso imprimir a la cabalgata "espíritu multicultural", siendo precedida por anuncios rocambolescos, aunque lo que la armó fue el atuendo de los Reyes Magos, vestidos de rosa, azul y verde, que algunos han comparado a las cortinas de ducha y, además, se habían olvidado los camellos. Siguiendo con los alcaldes del cambio, en Barcelona, Ada Colau, encargó a un concejal el papel de rey Melchor, que desde un balcón les dijo en catalán a las criaturas "nosotros sí que traemos regalos para todos, no como los Borbones, que quieren quedárselos todos". En Valencia, los reyes fueron sustituidos por tres señoras que representaban la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad. Aquí en Andalucía, en Sevilla, el presidente del Sevilla F. C., en el papel de Baltasar, añadió a su atuendo regio la bufanda roja y blanca de los colores de su club, compensando a los seguidores béticos vistiendo a los pajes de verde y blanco. En Écija, en lugar de los tradicionales caramelos, lo que los monarcas lanzaron a la infancia fueron 180.000 pares de calcetines, previamente sustraídos a un comerciante local, haciendo sospechosos del hurto a sus majestades. En Sanlúcar de Barrameda, los magos en lugar de calcetines o caramelos, lanzaban mochilas digitales del programa Escuela Tic 2.0, con el anagrama de la Junta de Andalucía, aunque sin el ordenador dentro. En fin, aquí en El Puerto de Santa María, uno de los Reyes Magos, agobiado por la careta, procedió a quitársela, resultando ser una señora, lo que motivó el desconcierto y los llantos del público infantil.

Estarán de acuerdo conmigo en que por muy ramplona que fuera la cabalgata del Ayuntamiento de Cádiz, no contenía más que elementos tradicionales. Pobre, pero honrada.

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