BICENTENARIO, bicefalia o tricefalia. Unidos y separados. Proyectos en común y la guerra cada uno por su cuenta. Consenso y documentos de intenciones para sacar el Bicentenario de las disputas políticas y se mira con recelo lo que hace la administración que no está gobernada por los de tu color. Una carrera competitiva en la que el premio no es tanto dar una mejor oferta a los ciudadanos, sino apuntarse los tantos. Ciudad constitucional o La Pepa 2010. Consorcio, Cádiz 2012 u Oficina del Bicentenario. En la forma están unidos, en el fondo casi ni se pueden ver. En público tratan de hacer una piña, por lo bajini y a los periodistas en confianza rajan de lo que hacen los demás. Un despropósito. Sumar, no restar. Ayudar, no poner piedras. Y ser más humildes y reconocer lo bueno y aprender de lo malo que uno hace. Quedan menos de dos años y las incertidumbres son muchas.