EN Cádiz nuestras autoridades se unen y se desunen con una facilidad que da miedo. Y tan pronto deshacen como hacen. Puestos a cargarse cosas bonitas de Cádiz, también se iban a cepillar el Mercado Andalusí. No era un mercadillo más, sino que llenaba de alegría y bullicio las recoletas calles del Pópulo y la ajetreada plaza de la Catedral, por lo general el segundo o el tercer fin de semana de agosto, a veces coincidiendo con el Trofeo Carranza y la noche de las barbacoas, como actividad alternativa. Se le entonaron los correspondientes gorigoris, con acta de defunción, después de 17 añitos que había cumplido. Sin embargo, al final se han arrepentido. Lo van a organizar a medias entre la Diputación y el Ayuntamiento, si bien no en sus fechas tradicionales, sino el primer fin de semana de septiembre. Dicen que para prolongar el verano y darle coba, digo alicientes, a unos cruceros que vienen.

Cuando se lo cargaron, la decisión fue comunicada por el vicepresidente de Ifeca, Jaime Armario, a la concejala de Comercio, Artesanía y Turismo, Laura Jiménez. Según se dijo, la Diputación ya no lo podía financiar con fondos europeos, ni podía cobrar a los artesanos. Así que se le ocurrió insinuar que lo debería organizar el Ayuntamiento, obviando que estaba tieso y recortando.

No obstante, unas semanas después, los mismos personajes han reaparecido diciendo lo contrario de lo que dijeron. Armario afirma ahora que la Diputación trabaja codo con codo con el Ayuntamiento de Cádiz, y que la capital es un foco de atracción de turistas y generación de empleo, y que ellos siempre están dispuestos a colaborar, superando todas las dificultades. Y la concejala Jiménez añadió que siempre han tenido la mano tendida, y que el Ayuntamiento pondrá más recursos para la celebración. Así que no pasará como en el Trofeo Carranza, al que le han reducido la aportación municipal para dedicarla a la obra social.

Por un lado, me alegro. Pero por otro me ha dado pena. Liquidado el Mercado Andalusí, cautivos los moros falsos, desarmados los tenderetes, se presentaba una oportunidad para romanizar este asunto, y darle una vuelta para mejorarlo. Con todos los respetos por Al Andalus, recordemos que ese núcleo esencial de Cádiz fue mucho más importante en el tiempo de los romanos. ¡Viva Gades y el Ecce Homo! Y que se debería plantear, en firme, un cambio de alianza de civilizaciones para organizar no un mercadillo, sino un Gran Mercado Romano en El Pópulo y su teatro. ¡A ver si pone unas carpas la UCA y lo paga la Junta de Andalucía!