DESPUÉS de una primera reunión global de escaso contenido, las negociaciones entre el Gobierno y todos los grupos parlamentarios para tratar de llegar a un acuerdo frente a la crisis económica se iniciaron ayer. Los tres ministros elegidos por Zapatero para el pacto anticrisis (la vicepresidenta Salgado, Blanco y Sebastián) avanzaron en esta ronda con dos grupos especialmente significados: con los nacionalistas catalanes de Convergencia i Uniò, los más propensos al pacto pretendido por el Ejecutivo, y los representantes del Partido Popular, cuyo concurso se considera vital para que el consenso sea políticamente valioso y estable. La primera ronda ha resultado indicativa de la suerte que correrá el intento negociador del Gobierno. El pacto de Estado, global, entendido como un frente nacional contra la crisis, puede darse por descartado ante la falta de voluntad real de los adversarios políticos que participan. Por el contrario, hay que ser optimistas acerca de la posibilidad de alcanzar acuerdos parciales que, al menos, doten de un apoyo significativo a un conjunto de medidas de choque que intenten revertir la dramática situación de la economía española. Tanto PP como CiU, aun criticando la insuficiencia de las propuestas planteadas por el Ejecutivo, coinciden en respaldar algunas de las más conocidas. En concreto, han solicitado que se aprueben ya las relativas a las ventajas fiscales a conceder a las obras de rehabilitación y reformas en edificios y viviendas, que podrán reactivar el sector de la construcción, la nueva normativa sobre morosidad que obligará a las administraciones a pagar a sus proveedores en un plazo inferior al actual y la línea de préstamos del Instituto de Crédito Oficial destinados a las pequeñas y medianas empresas. Por el contrario, los dos partidos rechazan la subida del IVA aprobada en los Presupuestos Generales del Estado que entrará en vigor el 1 de julio. Quizás es poco lo conseguido en esta primera toma de contacto, pero es menos que nada. Apostemos por que las negociaciones sigan por esta senda de los "espacios de acuerdo" abiertos y por que otros grupos también secunden estos pactos parciales. Lo necesita España.