El rap de Pau Gasol

Relevante como tú hay pocos, quizás Nadal, puede que Alonso

Desde mi columna beligerante, tan leído como criticado, te arrojo, Pau, este guante. Relevante como tú hay pocos, quizás Nadal, puede que Alonso. Recuerdo tu existencia, recuerda tu camino: en el Mundial del noventa y ocho, tan canijo; y tan canoso, ayer, en el Hall of Fame. Te obsequiaron con una chaqueta naranja, como un Seve afiliado a Ciudadanos, pero sin mandanga. Ha pasado toda una vida, la tuya, la mía, conjunta, seguida. Nos cruzábamos en Bahía Sur, entrenando; en la Alhóndiga, privando; en el Barrabás, descargando, pero nunca hablamos, tan sólo nos saludamos. Tu mote molaba un lote: ET, el extraterrestre. Andrés Montes era bajito, pero gigante, bajo él todos íbamos despacio. Lo vio claro: como Pau Gasol, sólo su hermano.

Los españoles vivimos tus é-xi-tos como si fueran nuestros, compramos tu camiseta, adoptamos un grizzly en Memphis y una mamba en Los Angeles; viajamos a Hollywood sin maleta. Pau Gasol… Ra-ta-ta-tá, ¡la metralleta!

Ganaste con el Barça, debutaste con España. Con el 3 del draft te eligió Atlanta. Como un espigado Elvis te mandaron a Memphis. Vestiste barba, comiste kilos, seguiste danzando por la zona colgado de un hilo. Rápido como el deseo, cada temporada volvías con España de veraneo. Jugabas con los mejores: Garbajosa, Calderón, Navarro, Jiménez. Balones al 4, cojones. Vestías de rojo. Nowitzki y Parker sufrieron tu arrojo. Y llegó 2006, tu Mundial. Todos lloramos en Saitama, esa pierna empalada. Pero tu hermano Marc saltó a la palestra, devoró al baby Shaq griego como un yogur de fresa. La Tanqueta dio el resto. Como dijo Pepu: BA-LON-CES-TO.

Los españoles vivimos tus é-xi-tos como si fueran nuestros, compramos tu camiseta, adoptamos un grizzly en Memphis y una mamba en Los Angeles; viajamos a Hollywood sin maleta. Pau Gasol… Ra-ta-ta-tá, ¡la metralleta!

Ramón Trecet, Antoni Daimiel y los que vinieron después, testigos múltiples de tu poder. Los chavales de tu edad te admiramos: unos, como Tote King, hacían rimas, y otros, como yo, relatos. Nunca se pasó tantas fases del juego un europeo con tanta clase. Los Grizzlies te mandaron a El-ey a cambio de Marc. Fuiste para Kobe más que Shaq. Pero con neuronas: leías sus cortes por la zona, avivaste su amistad tumbando a Howard y Garnett en la lona.

Años después, tuvimos otro hito: un salto entre los dos hermanitos. Fue en un All Star de la NBA, esos encuentros que antes en diferido sólo podíamos mirar. Rojo y blanco, el balón subió recto. Ayer te vi dando el discurso de ingreso, en inglés perfecto. Todo un país sintiendo orgullo, Rufián y Abascal brindando juntos. Tantos años de triunfos, clavando triples desde lo profundo. El príncipe de Sant Boi no nos salió rana: el primer español que ingresa en el pasillo de la fama.

Los españoles vivimos tus é-xi-tos como si fueran nuestros, compramos tu camiseta, adoptamos un grizzly en Memphis y una mamba en Los Angeles; viajamos a Hollywood sin maleta. Pau Gasol… Ra-ta-ta-tá, ¡la metralleta

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios