Penaltis femeninos

30 de julio 2025 - 03:04

Realmentees una pena que un torneo jugado por las chicas con lágrimas y sudor y excelente fútbol, y por el que, más o menos, se han paseado, con sus coletas al viento, tan bellas, tan técnicas, tan rojas… Escribía que es una pena que un pedazo de Copa de Europa se dirima en unos minutos, con el cuerpo cansadísimo tras una prórroga very trabajosa. Resulta al final como un euro tirado al aire. Cruz o cara, ¿qué prefieres, capitana? La suerte decide en los penales. O casi. Peor eso cuando, Paralluelo, con su melena airosa, rizada, larga, la manda a la grada, se te plisa el corazón. ¿Tanto esfuerzo para esto? A pesar del paradón de Cata Coll. Fútbol es fútbol. La frase más tonta y reveladora, a la vez, paradójicamente, que se ha pronunciado en el orbe de la pelota. Fue Boskov, ¿no?, el “artista”. Grosso modo traduciría, cómo el fútbol tiene su propia ley de constitución interna, alejada del sentido común a menudo, icono de la injusticia a veces. Misteriosa. Como acaece con toda religión. Ello no obsta para que el milagro se produzca, al revés, perdiendo por penaltis. Injusto. El milagro viene como anillo al dedo, pues hablamos de religión. Y el prodigio se produce en ese campo lleno a rebosar. Y viendo furbo femenino, cuando hace muy poco iban catorce papás a ver un enfrentamiento de féminas tras el pelotón. Hay que ver cómo se ha empenachado el juego de las infantas. Ya digo, algo enigmático. Y en sólo unos años, repito. Y es que han evolucionado tanto… Y para bien, para divertir a miles, millones tal vez (tv). Han alcanzado una altura técnica (nunca diré “nivel”) gozosa, envidiable, fruto del trabajo y de la inteligencia. Ver a defensas rompiéndose la cabeza para borrar un córner en contra, con lo que me dolía a mi el meollo al despejar de tête de joven… Y cómo crujen las cervicales…Ver filtrar un pase medido de Aitana Bonmatí, con la inteligencia casi de un Messi, da gusto al sibarita del foot-ball en que nos hemos ido convirtiendo muchos. El cabezazo de la del Arsenal, Mariona, como la de la novela de Ignacio Agustí, diciéndonos al oído, ya somos campeonas. El juego trenzado, de defenderse con el balón, no corriendo como cabra loca. Apretar a las inglesas desde su propia área, presionando como jabatas… Una posesión de bola alta… En fin, el juego que ha impuesto en el mundo entero Pepe Guardiola. Y eso es así. Desde hace años. Vean partidos de equipos buenos y llegarán a la misma conclusión, excepto si se poseen jugadores a los que les repugna la pelota, porque tenerla exige una calidad técnica óptima, como la de Kross, Iniesta, el perdedor del balón injusto-de-oro, la de Pedri, Luis Suárez, el español de la bola dorada, Magic salvadoreño de Cai, etc. Por todo esos enormes progresos vamos a ver futbol femenino ya. Ya era hora. Ah, aviso, desde hoy todos mis croniquillas van a terminar con esta lapidaria frase:

Y Urtasun sigue de ministro.

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