Análisis

José María Caravaca

Hermano de la Santa Caridad

La función a San Miguel de la Santa Caridad en 1801

La función de ese año 1801 se celebró en medio de una epidemia, como la de hoy

La ciudad de Cádiz sufrió a principios del siglo XIX una serie casi continuada de epidemias. En 1800, entre el 10 y el 15 de agosto se inició una de la llamada fiebre amarilla, también conocida como el vómito negro, que hizo verdaderos estragos en toda la sociedad, de tal manera que entre agosto y octubre fallecieron 7.387 personas, casi el 10% de la población censada.

La Hermandad de la Santa Caridad de Cádiz, que estaba bajo el patrocinio del Arcángel San Miguel, vio alterada su vida, como toda la ciudad, además de sufrir considerables bajas entre sus componentes.

En la Junta celebrada en la iglesia del Hospicio el domingo 16 de febrero de ese año de 1800, nada hacía presagiar lo que iba a ocurrir. En esa ocasión el hermano mayor era Don Francisco de Huarte, quien ostentaba ese cargo desde 1796. Tristemente, cuando se pudo volver a reunir en cabildo, ya el 13 de enero de 1801 se hizo constar que durante la epidemia había fallecido el protector de la Hermandad y obispo de la diócesis Antonio Martínez de la Plaza, cuyo óbito ocurrió el 11 de octubre en su palacio de Puerto Real siendo enterrado, el día siguiente, en la iglesia Prioral de San Sebastián de esa villa. También habían fallecido el prioste, José Sánchez de Luarca, el tesorero, Juan Pedemonte y doce hermanos más por lo que, entre otras cosas había que proceder con urgencia al nombramiento de quienes habrían de sustituirlos.

Se hacía constar, en ese documento que se conserva en el Archivo Histórico de la Hermanad, "no haberse hecho en el año último, con motivo de la epidemia, la fiesta del arcángel San Miguel y fue acordado se ejecutase el día 8 de mayo del presente, que Nuestra Santa Madre la Iglesia celebra la aparición de dicho Santo".

Se volvería a reunir la hermandad en cabildo general el domingo 20 de septiembre de ese año de 1801 y se dijo que no se había verificado la fiesta del arcángel el día 8 de mayo como fue acordado por motivo de la epidemia sufrida el año anterior y que se haría en la tradicional fecha del 29 de septiembre.

La función acordada se llevó a cabo en la iglesia de San Juan de Dios, en el Hospital de la Misericordia, en donde se tenía en un retablo realizado en el siglo XVIII de estilo rocalla la magnífica imagen titular, también del Setecientos, atribuida al artista genovés Francisco María Galleano. Casualmente, en ese acta del cabildo de 20 de septiembre de 1801 ya mencionada se dice "que el nuevo vestido hecho a la imagen del arcángel el Señor San Miguel, propia de esta hermandad, que está en la iglesia del convento de San Juan de Dios, lo costeó nuestro hermano el Conde de Torres", entonces José Retortillo.

Parece que ese año se quiso celebrar la fiesta del arcángel San Miguel con, quizás, mayor énfasis, y así lo corrobora el opúsculo, publicado en octubre de 1801, que hoy se puede consultar en la biblioteca de la Fundación Unicaja de Temas Gaditanos Juvencio Maeztu. Se quiso entonces difundir el, como se titula, "Sermón (…) predicado a la Hermandad (…) por Pedro Gómez Bueno, Cura Párroco del antiguo Sagrario de la Santa Iglesia Catedral de Cádiz (…)". Allí el predicador dice que habló "delante de una Hermandad que tiene por objeto de instituto a la Caridad y hablo en un templo de un Orden instituido por el hombre de más caridad que ha florecido en la militante Iglesia"; y explicaba que, además de las principales funciones de la hermandad -"la sepultura de los cadáveres desamparados y la asistencia a los suplicios de reo"- también se habían dedicado "al alivio y consuelo de los miserables enfermos y moribundos". Y hacía énfasis en que "reciente está en la memoria lo que ejecutaron estos hermanos en el recibimiento de los heridos que llegaron a esta Bahía de resultas del desgraciado combate del 14 de febrero de 1797" en que "prepararon todos los medios conducentes para llevar los heridos al Real Hospital con la mayor calidad y decencia".

Se refería el orador al combate llamado de San Vicente, sostenido por la Armada Española, al mando de José de Córdova y Ramos con la Británica, en donde se contabilizaron 404 muertos y 929 heridos españoles.

Los tiempos han cambiado y la Hermandad de la Santa Caridad con ellos, pero siempre guardará entre sus tesoros ese espíritu de ayuda. Hoy, 220 años después de esa Función al Glorioso Arcángel San Miguel se siguen conservando esas centenarias tradiciones, incluso, en tiempos de epidemia. Parece que no hay nuevo bajo el sol para estos hermanos.

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