Análisis

Tito valencia

Por favor, pensemos en la ciudad

Era la gran oportunidad de sacar adelante unas instalaciones que costaron un dineral

Es verdad que las democracias no están en su mejor momento. Y no solo es España, también los países que forman Europa encuentran muchas dificultades para mantener el sistema electoral actual. Los partidos tradicionales no saben cómo mantener sus posicionamientos. Esto es debido a varias circunstancias que no es el lugar para analizar, pero sí que bastante parte de culpa la tienen los propios partidos, incapaces de conectar con los ciudadanos. Y una de las causas es el sectarismo partidista. Cuando la política no es capaz de ver más allá de lo que le convenga al partido. Y poco importa de quién es la culpa, poco importa echarse las culpas unos a otros, lo importante es el resultado. Es la obsesión de vencer al otro, aunque todos perdamos. Porque esta es la realidad, que todos perdemos.

El Parque de la Historia (que vaya historia que lleva) y el Mar ha vuelto a la actualidad. Edificio faraónico, testigo de las últimas políticas del despilfarro. En el verano de 2016 se anunciaba la reconversión del edificio en un centro de industrias digitales de la Bahía. El proyecto contaba con la aprobación de la Junta de Andalucía y al que se sumo Eticom, el clúster de la economía digital andaluza. Era la gran oportunidad de sacar adelante unas instalaciones que costaron un dineral, y que siguen costando, reconvirtiéndolas en una gran empresa moderna, capaz de generar empleo como son las industrias digitales. Era la oportunidad del Parque de la Historia, ahora Barco, y de la ciudad. La industria de contenidos digitales aportó a España 9.834 millones de euros en 2016, aumentando un 4,8% al año. Se destaca la importancia de contenidos digitales como agentes impulsores de la sociedad de la información. Todo apunta a que esta será la nueva revolución industrial y que, sin duda, será una gran fuente de empleo. Es lo que denominan los expertos, la digitalización de la economía.

En 2011 se traspasaron funciones y servicios a las comunidades autónomas en gestión del litoral. Las comunidades son las responsables de la gestión y de las concesiones. El Estado de fijar el canon de ocupación. Una vez concedida la aprobación de la Junta de Andalucía, Costas niega la autorización por considerar un uso incompatible, pero da opción a modificarlo. Incongruente parece. Se puede modificar el uso o no. Y si se puede, porqué no admite el uso destinado a las industrias digitales que poco cambia la fisonomía del Parque. Yo lo de Costas no lo entiendo. Como la negación de la subestación del Janer. Fundamental la línea eléctrica para una gran parte industrial de la ciudad. Si el cable va soterrado, ¿qué perjudica?

Lo único cierto es que La Isla vuelve a chocar con la misma piedra. Costas es el temor de nuestra ciudad. Eso sí, aquí no sale lo que se le permite a otras ciudades. Pero esto no es una cuestión política. No es un fracaso del Gobierno municipal, ni por supuesto puede ser una victoria de la oposición. Estamos hablando de una industria puntera, que puede significar un gran revulsivo económico para la ciudad. Y esto, entre todos, tiene que salir adelante, sin partidismo, actuemos a favor del resultado.

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