Black Friday

Aunque llevemos algunos días pudiendo realizar las super compras baratas, mañana viernes sí es el Black Friday.

Comercios locales, grandes superficies y plataformas digitales vuelven a encenderse con una intensidad que anticipa el inicio de la temporada navideña.

Lo que nació como una jornada puntual de descuentos se ha transformado en una maratón de consumo que se extiende durante semanas, impulsando a millones de personas a aprovechar ofertas que, en muchos casos, no son tan irresistibles como parecen.

Detrás de cada anuncio super estudiado se esconde un método que alimenta el gasto impulsivo y la sensación de necesidad, dos elementos que han convertido estas fechas en uno de los momentos de mayor movimiento económico del año.

El consumismo asociado al Black Friday se mezcla con la inminente llegada de la Navidad, una época ya de por sí marcada por compras, regalos y celebraciones.

Hoy en día, cumplir con lo tradicional de la fecha, hace que nuestros bolsillos noten un incremento notable en los gastos.

Si hay algo que nunca falta en nuestros hogares es el turrón, artículo de lujo estas navidades.

Su precio, que en algunos establecimientos ha mostrado variaciones significativas respecto a años anteriores, se ha convertido en un termómetro del encarecimiento generalizado que afecta a la cesta navideña.

Ha sido muy sonado el aumento de precio de cierta marca de turrón de la que incluso cantamos su anuncio en algún momento de la Navidad, pero cuando te pones a leer y a investigar, todo es pura estrategia.

El turrón, un alimento cargado de tradición, termina convertido en un producto más dentro del consumismo y del marketing.

Todos los años lo mismo, la duda entre querer ahorrar y la constante invitación a comprar compulsivamente creyendo en ocasiones que es más barato. Y todo esto mirando de reojo las fechas que nos vienen y que queremos celebrar.

Cada día que pasa estamos más cerca de la Navidad; cada año que pasa, más lejos de su verdadero significado.