Análisis

José guerrero 'yuyu'

Urgencias

El problema es que la mala racha se está atragantando y durando más de lo previsible

Aunque noviembre es el mes de los difuntos, el cadismo espera que sea el de la resurrección del equipo. El Cádiz no está muerto, ni mucho menos, pero no lleva buen camino. Cuatro puntos de veinticuatro lo dicen todo. Y el calendario no anima demasiado. El rival de hoy parece el más asequible, junto con el Reus, pero nos quedan Sporting y Valladolid, que parecen bastante más en forma. Y lo malo es que si no se sale de este mes con una reacción positiva, nos vamos a ver obligados a pedirles a los Reyes Magos algunos puntos. Siempre he dicho que Cervera me parece el entrenador ideal para el Cádiz. Y ahora que pintan bastos también me lo parece. Me parece un tipo serio y con las ideas claras, y sabedor de que el futbol son resultados. El entrenador cadista entiende la mala racha como una cosa pasajera de la que se va a salir. Dice ver a los jugadores convencidos de que una victoria será el bálsamo que devolverá al equipo a la senda de la positividad. Y ve a sus jugadores confiados en sacar esto adelante y, por ello, asegura no poder exigirles más. Yo estoy completamente de acuerdo con esta filosofía. El problema es que la mala racha se está atragantando y durando más de lo previsible. Y lo que me da miedo, como creo que al resto del cadismo, es que se entre en zona de descenso y se empiecen a hacer cuentas mirando a otros equipos y no a nosotros mismos. Estoy convencido de que la afición tiene confianza en la reacción. La pregunta es ¿hasta cuando?. Y no, no me refiero a una reacción que nos impulse a dos puestos de la cabeza. Ojalá que sea así, pero no es lo real. Me refiero a una reacción de ganar dos partidos seguidos y alejarse de la zona oscura.

La diferencia con la temporada pasada es solo una. Falta de gol. Dos goles en ocho partidos, y los dos en el mismo encuentro. Los empates han sido a cero (a excepción del conseguido ante el Huesca) y las derrotas, salvo la inesperada goleada en Lorca, no han sido abultadas. Así que la conclusión es clara: este equipo con tres o cuatro goles más a favor en estas ocho jornadas estaría con cinco o seis puntos más. Barral comenzó de lujo, pero la sombra de la primera vuelta de Ortuño es alargada. Y no hay nadie más que haya dado el paso al frente para reivindicarse como goleador. Me preocupa mucho que todo el mundo hable de que esto es una racha pasajera, pero a la que nadie le pone fecha de caducidad.

Da la sensación de que existe un pensamiento de "ya acabará", "seguro que saldremos", pero parece que da igual que eso sea esta misma semana o que la sequía se prolongue tres semanas más. Y hay urgencias porque la tranquilidad conduce a problemas. Ahora mismo todavía se puede remar a favor de la corriente. Hacerlo en contra de la misma o en aguas bravas no es lo mismo. Hoy tenemos otra final, y salvo que nos expulsen a siete tíos y remontemos un 4-0 en la segunda parte, no puedo dar por bueno un empate. No se gana cuando se quiere, sino cuando se puede, pero no estaría de mas querer un poco más hoy.

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