Análisis

José Joaquín León

Único objetivo: El ascenso

Confío en Álvaro Cervera y su buen pulso para enderezar la nave amarilla

Conviene no equivocarse ahora que todavía tiene remedio. Pero con el inconveniente de que hasta ahora se han equivocado más de lo admisible. El único objetivo del Cádiz para la próxima temporada debe ser el ascenso. Todo lo demás sólo servirá como un paso previo a la desaparición del club. Ahí tenemos el ejemplo de la UD Salamanca, que no ha podido soportar el peso de sus fracasos en Segunda B. Otros clubes históricos pueden seguir por el mismo camino. Y ahí tenemos también el ejemplo correcto del Tenerife y el Alavés, que hicieron las cosas como se debe: campeones y ascenso por la vía directa, tras fracasos previos en anteriores temporadas.

Para ascender, es mejor ser campeones. Y para ser campeones, hay que tener una plantilla capacitada. Si recordamos las dos últimas experiencias del Cádiz como campeón de Segunda B, vemos que ascendió por la vía rápida en la temporada 2008-2009 con un buen entrenador para la categoría, Javi Gracia (que este año, con más experiencia, ha subido al Almería a Primera); y con una plantilla que tenía jugadores de nivel de Segunda A, en cuya categoría aún siguen algunos. En la temporada 2011-2012, el Cádiz también fue campeón con Jose González, pero falló en la eliminatoria directa contra el Real Madrid Castilla (que era el rival más fuerte) y después cayó, en un final agónico, contra el Lugo en los penaltis. El Cádiz de Pina tenía una plantilla de Segunda A, en cuya categoría han jugado casi todos este año.

El grupo IV de la Segunda B es el más malo de los cuatro. Eso también conviene tenerlo en cuenta. Se ha comprobado en las dos últimas temporadas, en las que casi todos los equipos del grupo cayeron a las primeras de cambio. Los campeones (Cádiz y Jaén) no fueron capaces de ascender en la eliminatoria directa; y aunque ambos llegaron a la última eliminatoria indirecta, el Cádiz no lo consiguió por poco y el Jaén ya veremos lo que pasa el próximo domingo.

La plantilla no se puede valorar sólo por el nivel de este grupo. Después ya se sabe lo que pasa, cuando hay enfrentamientos con rivales de más nivel (como ocurrió en 2011, cuando el Mirandés superó con un 4-1 el 2-0 que había logrado en Carranza el Cádiz, entrenado entonces también por Jose).

Los nombres que están sonando como posibles fichajes no parecen en consonancia con lo que se debería buscar: una plantilla campeona. Se supone que Raúl Agné los conoce y los está recomendando. Es normal, hasta cierto punto. Porque el Cádiz no debe ser el club de amigos de Raúl Agné, como no debió ser el club de amigos de Monteagudo el del Badajoz la temporada pasada. Hay futbolistas de nivel a los que Agné puede desconocer, por no haberlos entrenado nunca en el Girona, ni haber jugado en otros equipos catalanes que no son el Barça precisamente, y a lo mejor también servirían algunos. Para eso hay que saber fichar, aparte del dinero. Las dudas entran por los dos lados (por el dinero y por el saber).

Se supone que en los próximos días se formará esta plantilla, cuyo objetivo sólo debe ser el ascenso. Mediten bien, ahora que aún se puede rectificar. Después podría ser ya demasiado tarde.

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