Sí, claro que la tiene. Y voy a pedirte disculpas de antemano, honorable Quim, porque en realidad acertaste con tus textos y tus tuits, esos que han desembocado en el escándalo que ya conoces. Para empezar, debo insistir en que tenías razón cuando nos hablaste de bestias carroñeras con forma humana (que es lo suyo), de víboras y de hienas. No hay más que ver en qué situación ha quedado Convergencia Democrática de Cataluña tras el estropicio que supuso la ruptura con los sensatos democristianos de Unió y las pulcrísimas presidencias de Jordi Pujol y Artur Mas, para comprender por qué apareció la carroña al desvelarse las corruptelas.

Imagino que al hablar de víboras te referirás a las personas que destaparon el Caso ITV y provocaron la dimisión de Oriol Pujol, secretario general de CDC, al ser imputado por tráfico de influencias. Malas víboras, ¿verdad? Y por hienas, ¿te refieres a aquellos que forzaron batallas campales en las calles de toda Cataluña, escondidos en sus refugios (o sea, en sus despachos) mientras se solazaban entre risas hienescas desde una ópera en Bruselas, un restaurante en Alemania o en un fumadero de opio en Suiza?

Además, (clama al cielo) es verdad que hay dentaduras postizas con moho o verdín, pero es algo también normal; al deberse tantísimos miles de millones de euros a las farmacias catalanas pese a que el gobierno los pagara gracias al FLA, cualquiera va y pide una pasta dentífrica baratita: se venden tan caras que muchos han dejado de cepillarse los dientes, con el perjuicio estético que ello supone.

Es más, incidiendo en la lectura de tus tuits, dices que los españoles solo saben expoliar y no puedo sino mostrar mi máximo respeto por tu argumento, no hay más que ver de qué manera expolió el museo de Lérida el tesoro del Monasterio de Villanueva de Sijena, en Huesca, desde la Guerra Civil.

Y por último, amigo Torra, te he leído que "Vergüenza es una palabra que los españoles hace años que han eliminado de su vocabulario". No puedo más que aplaudirte. Que gente como Puigdemont, huido de la justicia, pretenda dirigir la comunidad autónoma catalana a través de ti, usándote de hombre de paja que reciba las llamas y las querellas, es de tener nula, pero nula, vergüenza.

No me cabe duda, Quim Torra, de que los provocadores de este conflicto interno nacional, sois tan bestias con forma humana como los de Almendralejo, tan hienas carroñeras como los de Valladolid, tan víboras como los de Orense, tan odiadores de dientes podridos como el resto de los españoles podemos llegar a ser. Tenías razón con tus trasnochados artículos de opinión y tus mensajitos de maricomplejines: todo viene grabado en la cadena del ADN español. Conozco a muchísimos racistas que cuando se les coge en bragas, piden disculpas a quien pudiera haberse ofendido, como un caganer español cualquiera. Como tú.