Análisis

fernando santiago

Solidaridad digital

Facebook es el antídoto universal para los brasas que te quieren colocar sus rollos

Me encanta esto de Facebook porque es la excusa universal cuando alguien te quiere dar una brasa. Si te quieren contar su viaje: ya lo he visto en Facebook. Si te quieren enseñar el Hoffman de la boda: ya lo he visto en Facebook. Si te quieren contar lo bien que se come en tal sitio: ya te lo vi en tu muro de Facebook. Es el antídoto universal para los brasas que te quieren colocar sus rollos patateros que no te interesan un pimiento pero que hasta hace poco tenías que sufrir en silencio, como las almorranas. Facebook es un cortafuegos universal, un parapeto frente a los pesados. Aunque no lo hayas visto o aunque ellos no hayan colgado nada (cosa rara: selfies en todos los lugares del mundo, selfies con los novios y todo tipo de imágenes masturbatorias) basta con citar que ya lo has visto para que se callen. Es un placer indescriptible. Marida muy bien con change.org. Puede ocurrir que la gente haya expresado una opinión política o se haya solidarizado con el Rif, con Venezuela, con Juana o con Neymar y cuando quiere colocar el argumento le dices que ya lo leíste en su muro. Si alguien crea un grupo de amigos de cualquier causa noble, te adhieres inmediatamente y te ahorras poner dinero, ir a manifestaciones y soportar los encendidos mítines de los colegas a favor o en contra de cualquier cosa. Un buen ejemplo es el de Amigos del Vaporcito: cinco mil personas se adhirieron a aquel grupo pero cinco años después el Vapor sigue varado en el mismo sitio. Los que se apuntaron a aquella página fueron listos y se quitaron el problema de encima. Si luego alguien pensó en poner en change.org cualquier adhesión a la necesaria recuperación del barco que cruzaba garboso la Bahía, la patata caliente sigue en manos de las administraciones que como no pueden firmar, se ven obligadas a aflojar la pasta o, como es el caso, a hacer declaraciones altisonantes que no sirven para nada. Otro ejemplo es el Chapecoense: qué de apoyos, qué de solidaridad, qué de minutos de silencio. Al final solo el Barça le ha mostrado apoyo de verdad. ¿Se acuerdan ustedes que iba a venir al Trofeo Carranza? Cartón del dos . O sea, mentira poría. Es obvio que el Chapecoense no ha venido al Carranza y eso que ha estado en España. Los que salieron corriendo a apuntarse el tanto (el Ayuntamiento, el club) hicieron lo que ahora se llamaría 'un Vaporcito': anunciaron engolados la causa solidaria y luego nada. Podrían poner una pancarta en el balcón del Ayuntamiento: Chapecoense wellcome.

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